Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Locos

No sé las veces que has bailado sola
las canciones para dos,
no sé si te pesan más las heridas 
que las alas,
no sé dónde, ni qué,
tampoco sé el cómo,
pero sí sé que contigo.


No sé tus motivos, no sé tus razones,
sólo sé que tu olor se ha quedado a fuego en mi piel y ahora no quiero dejar de arder.


No sé hasta dónde estás dispuesta a llegar por mí,
pero te veo dándolo todo por ti 
y por los tuyos,
así que no nos fallaremos.


No sé si al pensar en mí,
te sobra la ropa y te faltan mis manos,
no sé cuál es tu lado de la cama
pero sé que quiero tumbarme en todas contigo,
no sé por quién has muerto
pero créeme que no mereció la vida.


No sé si las madrugadas en tu coche,
no sé si los paseos por Madrid, 
no sé si los bares, si la gente, 
si las terrazas, 
sé que en todas quiero perderme
y en ninguna hacerlo sin ti.


No sé qué talla de ropa usas, 
pero te aseguro que mis camisas te quedarían mejor a ti.
No sé si por los domingos,
pero quiero tu sofá con bocas de película.


No sé si por volvernos niños al jugar,
si por reír, por medir el dolor de panza en carcajadas,
pero cómo te brillan los ojos, 
cómo enganchan tus hoyuelos.


No sé si alguna vez te has quedado viviendo en algún ojalá, 
si recuerdas alguno que otro siempre, 
o te arrepientes de algún nunca que dijiste,
no sé si has soñado con alguien
pero yo te estoy cumpliendo,
no sé si has llorado por alguien,
pero conmigo te estás riendo,
y aunque sólo sea un poema mal escrito, 
con demasiados tachones y más de mil garabatos
este verso pasado por demasiados labios, 
siempre fue en busca de los tuyos.


No sé qué opinas sobre la crisis mundial, 
pero la Revolución empezó contigo en bragas,
aquí tengo este baile, 
písame los pies para sentirnos vivos,
no sé hasta dónde llegaremos, 
pero sé que nunca, nunca, nunca, miraremos
hacia atrás.


Ya ves,
casi que no sé nada sobre ti, 
pero no te preocupes, 
tampoco lo sabía sobre mí, 
hasta que di contigo.

No hay comentarios.: