Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Nunca más volví a saber de ti

Nunca mas volvi a saber de ti. Sé que la tierra no te tragó pero el destino te paso muy lejos de mi. Quizas pensó que ya jugamos lo suficiente a ser felices y nos obligó a madurar. Mas nos sostenían nuestros planes que nuestras ganas de estar juntos y poco a poco fuimos robándole sueños a nuestra realidad...

No hay comentarios.: