No quiero que seas mía. Quiero que, siendo libre, decidas quedarte conmigo. Porque el amor no es posesión, sino libertad. Libertad de ser, de sentir. De confiar y sentir que en ti confían. De saber que, al llegar a casa, vas a tener un abrazo fiel y sincero esperéndote.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario