Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Un poquito de locura

Creo que me enamoré de tu locura antes que de ti. Quizás porque la necesitaba en mi vida, como uno necesita llenar los vacíos con sonrisas. Quizás me enamoré de tu locura porque la veía de lejos y se parecía un poco a la mía. Quizás llegaste para que el orden no importara, ni las reglas, ni las líneas rectas, ni las luces de algunos semáforos. Quizás llegaste para inmunizar mis días contra la tristeza y desterrar la nostalgia de mi almohada. No sé cuánto tiempo te quedarás, pero sé que llegaste para quedarte en mí en un poquito de locura que traía adentro y moría por vivir.

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