Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Hoy la vi

Hoy la vi y no pude evitar amarla, es fácil hacerlo porque vive en mi y va conmigo a donde quiera que yo vaya.
Hoy la vi y los recuerdos me golpearon el pecho y el corazón latía apresuradamente, radiante de felicidad, así como lucía ella, con sus ojitos chinos, su sonrisa sincera y su cabello desordenado.
Hoy la vi y por un momento sentí que me veía también, no podía ser más feliz, quería gritarle que la amaba que nunca dejaría de hacerlo, pero por más fuerte que gritara se que no me escucharía.
Hoy la vi y sólo por ese instante en que ella volvió a mi vida hizo de este domingo, un día inolvidable.

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