Sí de repente te miran como yo te miraba, si te dan algo parecido a un beso, si algún día en otra mano, sin querer sientes la mía. Ahí me encontrarás, en el gusto de la boca equivocada, en el vacío de una noche sin amor, en la sonrisa fingida, en el perfume de un extraño que te recuerde a mí. Y en cada piel en que me busques, sabrás que no eres de otro, más que mía; sabrás que eres mía, más que todo; como siempre y como nunca.
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