Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

No niegues este amor

No bajes la mirada cuando mis ojos te digan que te quieren. No le tengas miedo a mi boca cuando mis labios busquen tu aliento. No le temas al calor de mis manos, o al roce tierno de mi piel desnuda. No niegues a este amor, que busca perderse en lo más profundo de tu alma.

No hay comentarios.: