Yo no te olvido, habitas en un lugar donde nadie puede tocarte, donde nadie sabe que existes, donde nadie puede herirte, ni yo con mi olvido, ni tú con tu ausencia.
Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.
Sabiendo que la vida
Amamos lo imposible, queriéndolo posible, sabiéndolo cuchillo, sabiéndonos ofrenda. Y bajamos la cabeza pidiéndole a la muerte vida, pidiéndole a la vida amor. Sabiendo que la vida es perra, y mi vida tú.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario