Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

No pienses, no creas, no dudes

No pienses ni por un momento que en mi silencio te quiero menos. No creas que porque me alejo no te siento aún más cerca. No dudes de que todavía eres eso que habita en mi pecho. Eso que llama mi boca cuando calla. Eso que busca mi alma cuando se siente perdida.

No hay comentarios.: