Yo no te olvido, habitas en un lugar donde nadie puede tocarte, donde nadie sabe que existes, donde nadie puede herirte, ni yo con mi olvido, ni tú con tu ausencia.
Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.
La paz de esa boca
Y al cerrar los ojos, ell se dio cuenta que el mundo se detenía en sus besos, que entre sus labios no tenía más miedo.
Porque finalmente entendía que todos los temores que agitaban su alma, morían en silencio en toda la paz de esa boca.
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