Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Oh amigos, cuando yo estuve enamorado

Oh amigos, cuando yo estuve enamorado
– hace ya tantos años –
no vivía en el mismo mundo
que el resto de los mortales.

Vivía en la lírica fantasía,
y aunque consciente de su engaño,
me daba felicidad,
era un sueño cálido y encantador.

Mis ojos se detenían en mi amada
y el amor hacía aún más bello su rostro;
su palacio
era para mí.

Y el barato percal
que la vestía,
te juro que para mí
era más que seda.

Dos brazaletes de bisutería
adornaban sus brazos;
pero yo los veía como joyas
de la más alta calidad.

Su cabeza lucía
flores cogidas en las montañas,
mas ¿qué otro tocado
hubiera sido más bello adorno a mis ojos?
Siempre fueron nuestros paseos
felices por ir juntos,
claras sendas sin espinos
– si los había, la tierra los ocultaba.

Ni los mejores oradores ni los hombres más sabios
podrían ahora persuadirme
tanto como el más leve gesto suyo
entonces.

Oh amigos, cuando yo estuve enamorado
– hace ya tantos años-
no vivía en el mismo mundo
que el resto de los mortales.

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