Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Parpadeos

Junto a la puerta del baño de La Lupe está Virginia
interminable júbilo bajo la noche eterna
el humo haciendo grises en todos los rincones
la copa hueca una vez y otra vez.
Cierro los ojos y pasan
como el ritmo inalterable de un reggae
un vuelo sobre Irlanda
el río revuelto y el molino rojo
en la ribera del puente el campanario
y en los horrores de la noche un tren.
En un tugurio de la plaza de Callao
el hachís trae las visiones del tesoro perdido
la muralla medieval sobre la roca estrecha
Quevedo en una calle de Madrid
sombras chinescas     fotografía inútil.
Abro los ojos y estás tú     amor mío
confluencia de todos los paisajes
paz de mi alma.
Con un hilo de voz digo tu nombre
dos sílabas se encienden en mis labios
y entonces puedo
una vez más
cerrar los ojos.

No hay comentarios.: