El cerebro y el corazón son los tesoros més valiosos, que puede tener una persona, el corazón con su manera de ver el mundo hará que todos sean amados a su manera, recibirá lo que quieran darle, sin embargo, el cerebro sabrá qué recibe, si es lo justo o es menos, la vida es una ecuación matemática, aunque pocos la miren de esa manera.
Si sumas amor, yo sumaré amor.
Si divides corazones yo daré un resultado a medias.
Si restas todo lo que yo te doy al final terminaré alejándome por el resultado.
Si mides e porcentaje que doy te darás cuenta que no estoy recibiendo ese cincuenta de porcentaje que necesito. Todos buscamos tener la ecuación perfecta, el balance para que de el resultado que queremos, fallaremos algunas veces, y habrán personas que reprobarán el examen para permanecer en nuestras vidas, otras se quedarán por habernos dado el resultado que buscábamos. Al fin de cuentas, no eres lo que recibes sino lo que das, no eres lo que piensas sino lo que haces, no serás un número negativo si así lo quieres, hay personas que llegarán y te verán desde cero y sumarán un uno, hay personas que te dan el resultado de tu sonrisa, un beso o una mirada y terminas enamorado de la matemática, de la medida perfecta y del ángulo de su sonrisa.
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