La bruja y el ángel

Cuando ella dormía, se transformaba en una joven bruja en sus sueños, él en ángel que iba a su alcance, para encontrarla pronto. Al verse se sonrieron y él pregunto:

-Espero que hayas descansado... y soñado con los angelitos. Ahora dime, ¿cómo me veo con alas?

-¡Chistoso!, contestó ella divertida, como niña traviesa.

Ambos reían, y así el ángel preguntó:

-¿Pudimos hacer travesuras juntos? Por ejemplo tocar timbres y salir corriendo, o meternos a una fuente.

-Tú lo hiciste, contestó burlona, yo sólo reía porque de repente me quedaba dormida... es que soy muy dormilona.

-Qué bueno que dormías, porqué mi pañal de ángel, me queda grande y... ¡se me cae! Para que no me vieras te hacía dormir.

-Te llegaba hasta el cuello, de eso si me di cuenta, le decía en tono de burla.

-¡Esa era la toga! El pañal va debajo.

- Ah... perdón.

-Qué bueno que no te diste cuenta! Cuando duermes pones cara de niña traviesa... y a ratos sonríes.

-¡Sí! es verdad, lo decía sin parar de reír,

-Y te quito el cabello del rostro para verte mejor, continuó el ángel, me gusta tu cara de picardía.

-¿Y ronco?

-¡Sí! Roncas chistoso, con pequeños ruiditos, como ardillita o ratoncito.

-¡Lo sabía!

-Pero no se lo diré a nadie, es nuestro secreto. Para que dejes de roncar te hago leves cosquillas en la punta de la nariz con una de mis plumas, entonces haces una mueca de niña y sonríes dormida, es cuando más disfruto verte.

-¡Ahora entiendo el porqué de mis alergias! Protestó la bruja.

-En otras ocasiones frunces el ceño como si algo te preocupara, contesto el ángel ignorando el reproche, es cuando beso tu frente y vuelves a sonreír, no me gusta verte con el ceño fruncido.

Dejando de reír y de burlarse del ángel, la bruja preguntó:

-¿Por qué me visitas en sueños?

-Mira dentro de tu corazón y dime que ves.

-¡Estás tú
en él! Dijo con sorpresa la bruja.

-Ahora mira atentamente en mi corazón.

La bruja después de revisar curiosa, se encontró en el corazón del ángel, lo miró fijamente a los ojos, intercambiaron después un sincero y fuerte abrazo, casi interminable, sonriendo cómplices.

Existen mundos llenos de magia, pero en esos mundos así como en la vida real, puede existir el cariño verdadero entre una bruja y un ángel, o entre ella y él... que se visitan en sueños.