Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Luna Triste

A veces la luna entristece, entonces hago dejo atrás mi sonrisa y me siento a su lado, para que ella ponga se cabeza en mi hombro, deje rodar sus lágrimas por sus mejillas y fluya libre su sentimiento.

Así pasamos el tiempo en silencio, sin palabras, hasta que su dolor se desvanece, entonces sonríe nostálgica, me mira y me abraza.

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