Quizá por ahora solo necesite mirarte, hablar, escucharte. Quizá mi piel solo necesita encontrarse con la tuya. Tal vez solo necesite que mi mano pase por la tuya, que acaricie suavemente tu rostro, que mi brazo pase lentamente por tu cuello y que tu cabeza encuentre regocijo en mi pecho. Quizá, lo único que falta por ahora, es que tus labios encuentren el camino en dirección a los míos.
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