Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Siempre tú

Que sí, que me encantas, que podría elegirte una y mil veces, sin importar lo que venga y sin huirle a tus defectos. Que por ti mandé los miedos y el pasado a la chingada y que no estaría mal besarte de vez en cuando las grietas. Que ojalá me dures un par de vidas porque te quiero querer bonito y porque a tu lado se gana cualquier guerra.

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