Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Acerca de Zorba, el griego

Platicando con un buen amigo, surgió el tema de la película "Zorba, el griego", de 1964 dirigida por Mihalis Kakogiannis, musicalizada genial mente por Mikis Theodorakis.

Entonces recordé que en mi casa había un L.P. con el soundtrack de la película y que mi madre ponía regularmente, junto con otras más, para acompañarse mientras hacía la limpieza.

Es difícil para mi explicar el entusiasmo que me provocaba escuchar la pieza principal, Sirtaki creada precisamente para la película, cuando la escuche por vez primera tal vez tendría 5 o 6 años, sin ninguna referencia visual pues no había visto la película estrenada años antes, aún así me producía una gran felicidad.

Ya en mi adolescencia iba regularmente a un cine caído en desgracia que por solo 4 pesos (de 1971) podías ver 3 películas en permanencia voluntaria y al cual acudía puntualmente en esos días por algún tiempo. Ahí, por fin, pude ver embelesado la película y vi absorto el famoso baile Sirtaki, fue un momento mágico.

Zorba, el protagonista, nos enseña a sonreírle a la vida como esta venga, no dejarnos vencer ni por las vicisitudes y seguir a delante con el mejor de los ánimos, que tanta falta nos hace hoy en día en el que parece que todos tienen prisa.

Casualmente hace un par de días encontré esta belleza que va muy bien con Zorba:

"Lo que es para uno es para uno
Sin necesidad de ser perseguido
Porque lo que es para ti... 
Te encuentra 
Y da igual donde te escondas. 
Y da igual lo rápido que corras. 
Y da igual lo alto que vueles. 
Hallará la forma de llegar a ti, de alcanzarte.
Acéptalo.
Disfruta. 
¡Vive!"

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