Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Como en la vida

Todo puede suceder
en un poema: 

lo cotidiano, sí, 
pero también lo deslumbrante, 
e incluso
ambas cosas 
a la vez

-como en este, ahora
que empiezas a desnudarte...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario