Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

¡Eres tú!

Creo que me gustas, 
cada día un poco más, 
y eso sí, cada vez más 
bonito y mas fuerte, 
y sin razón alguna te voy llevando 
en cada uno de mis pensamientos, 
eligiéndote día y noche como 
si fueras el verdadero 
amor de mi vida.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario