Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Siéntate a mi lado

Siéntate a mi lado
dejemos olvidado por un rato
el reproche
de lo que no hemos podido ser
por temor a intentarlo.

Siéntate a mi lado
traigo horas de suspiros
acumulados
buscando flotar entre las olas
de tus orejas
como un mírate
qué hermosa te has puesto
desde que te dejas abrazar
por el fulgor celeste
y cuando te consientes
en tu soledad

qué hermosa luces
ahora que traes puesto
un cardumen de luciérnagas
en el vasto mar de tus pupilas

No hay comentarios.:

Publicar un comentario