Tu cuerpo de tierra y agua
Donde la quilla de mi barco
Donde la reja del arado
Abren rutas y caminos
Tu vientre de savias blancas
Tus rosas paralelas
Tus columnas tu centro
Tu fuego de verde pino
Tu boca verdadera
Tu destino mi alma
Tu balanza de plata
Tus ojos de miel y vino
Así que el mundo no sería
Si nuestro amor le faltase
Pero las mañanas que no tenemos
Son nuestras sábanas de lino
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