Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

QUE INTENSO

Qué intenso es tener las ganas de abrazarte al cuerpo de alguien y aferrarte a su olor, su calor, sus latidos, hasta que su presencia se te quede grabada en la piel. Es maravilloso conocer a alguien que te hace desear perder el aliento en sus labios, besarle y acariciarle cada curva, con la intención de memorizarte su sabor, las sensaciones que cosquillean en la punta de tus dedos al tocar lo que parece ser el cielo. Se siente casi irreal querer llamar la atención de unos ojos, ser el motivo de una risa, provocar mil suspiros, tener la valentía suficiente para poder cuidar. No cualquiera te provoca esas cosas, eres de quien pensaste al leer esto. 

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