Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

ME TENGO QUE IR

Te extrañaré, pero aún te amo.

Busqué en cada rincón y grieta de mi ser mientras me acercaba a mis silencios por ti. Te adoré con un fervor que brota del fondo del alma y se desborda como un río incontrolado. Pero tuviste mis sueños en tus manos y permitiste que el tiempo desperdiciara nuestro amor.

Cuando las noches se volvieron frías y mis lágrimas se convirtieron en mis devotas compañeras, no me cuidaste. Mientras esperaba que tu abrazo me envolviera y me devolviera la compostura, me encontré perdido en un laberinto de ausencias.

El viento traía el eco de promesas incumplidas mientras soplaba en direcciones extrañas. Aunque tenía el mayor amor por ti, me di cuenta de que no podía permanecer en una situación en la que no había reciprocidad.

Aunque hice un esfuerzo por aferrarme a los pedazos destrozados de nuestra relación, las heridas continuaron hinchándose y el dolor se volvió intolerable. Aunque mi corazón respiraba tu nombre con cada respiración, me vi obligado a elegir la ruta de partida.

Cuando tus labios pronunciaron las palabras hirientes que perforaron mi piel como espinas, fallaste en cuidarme. Ignoraste mis gritos para que me mostraras un poco de amor y mi tristeza. Me convertí en un barco a la deriva y en un pájaro sin alas.

Pero el amor aún arde en lo más profundo de mi ser a pesar de todo. Mi corazón aún late al compás de esos recuerdos que nos unieron aunque ya no estoy aquí. Aunque estén envueltos en tristeza, valoro los momentos felices que tenemos juntos.

Puede que acabemos recorriendo caminos diferentes en el futuro, o quizás un abismo infranqueable separe nuestros destinos. Sin embargo, a pesar de que ya no estás a mi lado, siempre tendré una pequeña parte de mí que te ama.

Me duele hasta lo más profundo de mi ser que te hayas negado a cuidarme. Sin embargo, descubrí que el amor también llama a la valentía de soltar y dejar que el corazón se arregle. Aunque todavía te amo, tengo que irme para encontrar la curación para mí y una pareja que me trate con la misma devoción que pude mostrarte.

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