Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

ALMAS ENAMORADAS

En un mundo de sueños y destinos entrelazados, dos almas perdidas buscaban sin descanso. Ella, con ojos que reflejaban la luz de las estrellas, y él, con el corazón lleno de versos sin dueño. A través del tiempo y el espacio, sus caminos se entrelazaban, como las hojas de un árbol en el viento, siempre buscándose en la vastedad del universo.

Ella dejaba sus huellas en la suave arena, él escribía sus secretos en el susurro del viento. En cada amanecer, sus corazones latían al unísono, anhelando el encuentro que el destino les había prometido. A través de los valles y las montañas, cruzaron ríos y océanos, siempre con la certeza de que el amor los guiaría hacia el otro.

Y finalmente, en el crepúsculo dorado de un día eterno, sus miradas se encontraron en un instante mágico. En ese momento, el universo se detuvo para darles la bienvenida a su destino compartido. Sus almas se abrazaron en un baile eterno, fusionándose en un amor que trascendería el tiempo y el espacio.

Así, dos almas enamoradas se encontraron en la encrucijada de sus destinos, para vivir juntas la eternidad de un amor que había sido escrito en las estrellas desde el principio de los tiempos.