Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

ESOS DÍAS

Hay días
en los que levantarte de la cama
suele terminar siendo
más que un acto rutinario
un gesto ёpico.

Y no me refiero ahora a las resacas
ni a que caigan
chuzos de punta ahí fuera
ni a que hayas roto con ella.

Me refiero
a cuando te quieren y hace sol
L no te duele nada,
a cuando tienes el mundo
rendido a tus pies,

y no te basta.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario