En la noche estrellada, donde el amor se enciende, Dos almas se encuentran, en un abrazo de viento, Y en sus miradas se refleja el fuego que los consume, Un amor recíproco que en la vida se consume.
En la danza de los cuerpos, donde el deseo se desata, Se entrelazan sus manos, en un abrazo eterno, Y en sus besos se funden, en un amor que no se apaga, Un amor recíproco que en la vida se mantiene.
En la música de sus suspiros, donde el alma se desata, Se escucha el eco de sus palabras, en un susurro de viento, Y en sus risas se escucha el canto de la vida eterna, Un amor recíproco que en la vida se renueva.
En la luz de la luna, donde el amor se desvela, Se ven en sus ojos, el reflejo de su alma, Y en sus miradas se funden, en un amor que no se apaga, Un amor recíproco que en la vida se mantiene.
Y así, en la noche estrellada, donde el amor se enciende, Dos almas se encuentran, en un abrazo de viento, Y en sus miradas se refleja el fuego que los consume, Un amor recíproco que en la vida se consume.
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