Viendo pasar las nubes
fue pasando la vida
y tú, como una nube, pasaste por mi hastío,
Y se unieron entonces tu corazón y el mío,
como se van uniendo los bordes de una herida,
Los últimos ensueños y las primeras canas
entristecen de sombra todas las cosas bellas
y hoy tu vida y mi vida son como estrellas
pues pueden verse juntas, estando tan lejanas.
Yo bien sé que el olvido como un agua maldita
nos da una sed más honda que la sed que nos quita
pero estoy tan seguro de poder olvidar..
Y miraré las nubes sin pensar que te quiero
con el hábito sordo de un viejo marinero
que aún siente, en tierra firme, la ondulación del mar.
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