Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

PRONTO NOS QUISIMOS

Pronto nos comenzamos a querer,
un destello fugaz, un amanecer.
Nos encariñamos inmediatamente,
como el río abraza la corriente.  

En un instante, el alma se abrió,
el corazón, sin miedo, se tejió.
Miradas que cantan, risas que unen,
dos caminos que al fin se resumen.  

No hubo espera, ni dudas al viento,
sólo un latir, puro, en el momento.
Pronto nos quisimos, sin plan ni fin,
como la luna abraza al jazmín.

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