Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

La Diferencia

Aunque malgastes, el tiempo sin mi cariño
Y aunque no quieras, este amor que yo te ofrezco
Y aunque no quieras, pronunciar mi humilde nombre
De cualquier modo, yo te seguiré queriendo

Yo se que nunca, tu querrás jamás amarme
Que a tu cariño, llegue demasiado tarde
No me desprecies, no es mi culpa, no seas mala
Porque tu eres, de quien quiero enamorarme

Que daño puedo hacerte con quererte
Si no me quieres tu, yo lo comprendo
Perfectamente sé, que no nací yo para ti
Pero que puedo hacer, si ya te quiero

Déjame vivir de esta manera
Te quiero tal y cual sin condiciones
Sin esperar que un día, tu me quieras como yo
Consciente estoy mi amor, que nunca me querrás

Tal vez mañana, yo despierte solo
Pero por el momento, quiero estar soñando
No me despiertes tu, no ves que así yo soy feliz
Consciente estoy mi amor, que no eres para mí

No hay necesidad que me desprecies
Tu ponte en mi lugar, a ver que harías
La diferencia, entre tu y yo, tal vez seria corazón
Que yo en tu lugar... que yo en tu lugar...Si te amaría

(Juan Gabriel)

Tu no sabes amar


Tú no sabes amar; ¿acaso intentas
darme calor con tu mirada triste?
El amor nada vale sin tormentas,
¡sin tempestades… el amor no existe!

Y sin embargo, ¿dices que me amas?
No, no es el amor lo que hacia mí te mueve:
el Amor es un sol hecho de llamas,
y en los soles jamás cuaja la nieve.

¡El amor es volcán, es rayo, es lumbre,
y debe ser devorador, intenso,
debe ser huracán, debe ser cumbre…
debe alzarse hasta Dios como el incienso!

¿Pero tú piensas que el amor es frío?
¿Que ha de asomar en ojos siempre yertos?
¡Con tu anémico amor… anda, bien mío,
anda al osario a enamorar los muertos!


(Julio Flórez)

Solo con el corazón...

"Solo con el corazón se puede ver bien, lo esencial es invisible a los ojos".
"Domesticar es crear vínculos".
"Eres responsable para siempre de aquello que has domesticado".

(Antoine de Saint Exupery)

Aquellas Pequeñas Cosas

Uno se creeque las mató
el tiempo y la ausencia,
pero su tren
vendió boletos de ida y vuelta.

Son aquellas pequeñas cosas
que nos dejo tiempo de rosas
en un rincón,
en un papel
o en un cajón.

Como un ladrón,
te acechan detrás de la puerta,
te tienen tana su merced
como hojas muertas,
que el viento arrastra allá o aquí...
que te sonríen tristes y
nos hacen que,
lloremos cuando nadie nos ve.

(Joan Manuel Serrat)

ESOS LOCOS BAJITOS



A menudo los hijos se nos parecen
así nos dan la primera satisfacción;
esos que se menean con nuestros gestos,
echando mano a cuanto hay a su alrededor.

Esos locos bajitos que se incorporan
con los ojos abiertos de par en par,
sin respeto al horario ni a las costumbres
y a los que, por su bien, hay que domesticar.

Niño
deja ya de joder con la pelota.
Niño,
que eso no se dice,
que eso no se hace,
que eso no se toca.

Cargan con nuestros dioses y nuestro idioma,
nuestros rencores y nuestro porvenir.
Por eso nos parece que son de goma
y que les bastan nuestros cuentos
para dormir.

No empeñamos en dirigir sus vidas
sin saber el oficio y sin vocación.
Les vamos transmitiendo nuestras frustraciones
con la leche templada
y en cada canción.

Niño,
Deja ya de joder con la pelota.
Niño,
que eso no se dice,
que eso no se hace,
que eso no se toca.

Nada ni nadie puede impedir que sufran,
que las agujas avancen en el reloj,
que decidan por ellos,
que se equivoquen
que crezcan
y que un día
nos digan adiós.

(Joan Manuel Serrat)

Palabras de Amor

Ella me quiso tanto...
Yo la quiero todavía.
Juntos atravesamos
una puerta cerrada.

Ella, como os lo podría decir,
era todo mi mundo entonces,
cuando en el hogar quemaban
solo palabras de amor...

Palabras de amor sencillas y tiernas.
No sabíamos mas, teníamos quince años.
No habíamos tenido demasiado tiempo para aprenderlas,
acabábamos de despertar del sueño de la niñez.

Teníamos suficiente con tres fases hechas
que habíamos aprendido de antiguos comediantes
de historias de amor, sueño de poetas,
no sabíamos mas, teníamos quince años.

Ella quien sabe donde esta,
ella quien sabe donde anda.
La perdí y nunca mas he vuelto a encontrarla.
Pero a menudo, al oscurecer,
de lejos me llega una canción.

Viejas notas, viejos acordes,
viejas palabras de amor.

Palabras de amor sencillas y tiernas.
No sabíamos mas, teníamos quince años.
No habíamos tenido demasiado tiempo para aprenderlas,
acabábamos de despertar del sueño de la niñez.

El amor es...

El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia,
el amor no es jactancioso, no se envanece;
no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;
no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.
Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. (1Co 13:3-7)


Quien puede...

Quien puede decir cuanto ama, pequeño amor siente. (Petrarca)

La medida...

La medida del amor es amar sin medida. (San Agustín)

Quiéreme...


"Quiéreme cuando menos lo merezca, porque es cuando más lo necesito".

Canción del pirata

Con diez cañones por banda,
viento en popa, a toda vela,
no corta el mar, sino vuela
un velero bergantín.

Bajel pirata que llaman,
por su bravura, El Temido,
en todo mar conocido
del uno al otro confín.

La luna en el mar riela
en la lona gime el viento,
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y va el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
y allá a su frente Estambul:

Navega, velero mío
sin temor,
que ni enemigo navío
ni tormenta, ni bonanza
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor.

Veinte presas
hemos hecho
a despecho
del inglés
y han rendido
sus pendones
cien naciones
a mis pies.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

Allá; muevan feroz guerra
ciegos reyes
por un palmo más de tierra;
que yo aquí; tengo por mío
cuanto abarca el mar bravío,
a quien nadie impuso leyes.

Y no hay playa,
sea cualquiera,
ni bandera
de esplendor,
que no sienta
mi derecho
y dé pechos mi valor.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

A la voz de "¡barco viene!"
es de ver
cómo vira y se previene
a todo trapo a escapar;
que yo soy el rey del mar,
y mi furia es de temer.

En las presas
yo divido
lo cogido
por igual;
sólo quiero
por riqueza
la belleza
sin rival.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

¡Sentenciado estoy a muerte!
Yo me río
no me abandone la suerte,
y al mismo que me condena,
colgaré de alguna antena,
quizá; en su propio navío

Y si caigo,
¿qué es la vida?
Por perdida
ya la di,
cuando el yugo
del esclavo,
como un bravo,
sacudí.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

Son mi música mejor
aquilones,
el estrépito y temblor
de los cables sacudidos,
del negro mar los bramidos
y el rugir de mis cañones.

Y del trueno
al son violento,
y del viento
al rebramar,
yo me duermo
sosegado,
arrullado
por el mar.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

El Brindis del Bohemio


En torno de una mesa de cantina,
una noche de invierno.
Regocijadamente departían
seis alegres bohemios.

Los ecos de sus risas escapaban
y de aquel barrio quieto
iban a interrumpir el impotente
del antiguo organismo se apodera
y profundo silencio.


El humo de olorosos cigarrillos
en espirales se eleva al cielo,
simbolizando al resolverse en nada,
la vida de los sueños.

Pero en todos los labios había risas,
inspiración en todos los cerebros,
y repartidas en la mesa, copas
pletóricas de ron, whisky o ajenjo.

Era curioso ver aquel conjunto,
aquel grupo bohemio,
del que brotaba la palabra chusca,
la que vierte veneno,
lo mismo qué, melosa y delicada,
la música de un verso.

A cada nueva libación, las penas
hallábanse mas lejos
del grupo, y nueva inspiración llegaba
a todos los cerebros,
con el idilio roto que venía
en alas del recuerdo.

Olvidaba decir que aquella noche,
aquel grupo bohemio
celebraba entre risas, libaciones,
chascarillos y versos,
la agonía de un año que amarguras
dejó en todos lo pechos.
y la llegada, consecuencia lógica,
del "feliz año nuevo"...
una voz varonil dijo de pronto:

--Las doce, compañeros;
Digamos el "requiescat" por el año
que ha pasado a formar entre los muertos.
¡Brindemos por el año que comienza!
porque nos traiga ensueños;
porque no sea su equipaje un cúmulo
de amargos desconsuelos...

--Brindo dijo otra voz, por la esperanza
que a la vida nos lanza,
de vencer los rigores del destino,
por la esperanza, nuestra dulce amiga,
que las penas mitiga

y convierte en vergel nuestra camino.

Brindo porque ya hubiese a mi existencia
puesto fin con violencia
esgrimiendo en mi frente mi venganza;
si en mi cielo de tul, limpio y divino
no alumbrara mi sino
una pálida estrella: Mi esperanza.

--¡Bravo! dijeron todos, inspirado
esta noche has estado
y hablaste bueno, breve y substancioso.
El turno es de Raúl; alce su copa
y brinde por .. Europa,
ya que su extranjerismo es delicioso...

--Bebo y brindo, clamo el interpelado;
brindo por mi pasado,
que fue de luz, de amor y de alegría
y en el que hubo mujeres seductoras
y frentes soñadoras
que se juntaron con la frente mía...

Brindo por el ayer que en la amargura
que hoy cubre de negrura
mi corazón, esparce sus consuelos
trayendo hasta mi mente las dulzuras
de goces, de ternura,
de dichas, de delirios, de desvelos,

--yo brindo, dijo Juan, porque en mi mente
brote un torrente
de inspiración divina y seductora,
porque vibre en las cuerdas de mi lira
el verso que suspira,
que sonrie, que canta y que enamora.

Brindo porque mis versos cual saetas
lleguen hasta las grietas
formadas de metal y granito,
del corazón de la mujer ingrata
que a desdenes me mata...

¡Pero que tiene un cuerpo muy bonito!
Porque a su corazon llegue mi canto,
porque enjuguen mi llanto
sus manos que me causan embelesos;

porque con creces mi pasión me pague...
¡vamos!, porque me embriague
con el divino néctar de sus besos.

Siguió la tempestad de frases vanas,
de aquellas tan humanas
que hallan en todas partes acomodo,
y en cada frase de entusiasmo ardiente,
hubo ovación creciente,
y libaciones, y reir, y todo.

Se brindo por la Patria, por las flores
por los castos amores
que hacen un valladar de una ventana,
y por esas pasiones voluptuosas
que el fango del placer llena de rosas
y hacen de la mujer la cortesana.

Sólo faltaba un brindis, el de Arturo,
el del bohemio puro
de noble corazón y gran cabeza;
aquel que sin ambages declaraba
que solo ambicionaba
robarle inspiración a la tristeza,

Por todos estrechado, alzo la copa
frente a la alegre tropa
desbordante de risa y de contento;
los inundó en la luz de una mirada,
sacudió su melena alborotada
y dijo asi, con inspirado acento:

--Brindo por la mujer, mas no por esa
en la que halláis consuelo en la tristeza,
rescoldo del placer ¡desventurados!;
no por esa que os brinda sus hechizos
cuando besáis sus rizos
artificialmente perfumados.

Yo no brindo por ella, compañeros,
siento por esta vez no complaceros,
Brindo por la mujer, pero por una,
por la que me brindó sus embelesos
y me envolvió en sus besos:
por la mujer que me arrullo en la cuna.

Por la mujer que me enseñó de niño
lo que vale el cariño
exquisito, profundo y verdadero;
por la mujer que me arrulló en en su brazos
y que medio en pedazos
uno por uno, el corazón entero.

¡Por mi Madre! bohemios, por la anciana
que piensa en el mañana
como en algo muy dulce y muy deseado,
porque sueña tal vez, que mi destino
me señala el camino
por el que volveré pronto a su lado.

Por la anciana adorada y bendecida,
por la que con su sangre me dio vida,
y ternura y cariño;
por la que fue la luz del alma mía,
y lloro de alegría,
sintiendo mi cabeza en su corpiño.

Por eso brindo yo, dejad que llore,
que en lágrimas desflore
esta pena letal que me asesina;
dejad que brinde por mi madre ausente,
por la que llora y siente
que mi ausencia es un fuego que calcina.

Por la anciana infeliz que sufre y llora;
y que del cielo implora
que vuelva yo muy pronto a estar con ella;
por mi Madre, bohemios, que es dulzura
vertida en mi amargura
y en esta noche de mi vida estrella..

El bohemio callo; ningún acento
profano el sentimiento
nacido del dolor y la ternura,
y pareció que sobre aquel ambiente
flotaba inmesamente
un poema de amor y amargura

Guillermo Aguirre Fierro (Mexicano)

AVANTI!



Si te postran diez veces, te levantas
otras diez, otras cien, otras quinientas...
No han de ser tus caídas tan violentas ni tampoco,
por ley, han de ser tantas!

Con el hambre genial con que las plantas
asimilan el humus avarientas,
deglutiendo el rigor de las afrentas
se formaron los santos y las santas.
Obsesión casi asnal, para ser fuerte,
nada más necesita la criatura;
y en cualquier infeliz se me figura
que se rompen las garras de la suerte...

Todos los incurables tienen cura
cinco segundos antes de su muerte!
II PIU AVANTI!

No te sientas vencido ni aun vencido,
no te sientas esclavo ni aun esclavo;
trémulo de pavor, piénsate bravo,
y acomete feroz, ya malherido.

Ten el tesón del clavo enmohecido
que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo;
no la cobarde intrepidez del pavo,
que amaina su plumaje al primer ruido.

Procede como Dios, que nunca llora:
o como Lucifer, que nunca reza;
o como el robledal, cuya grandeza
precisa del agua y no la implora...

Que muerda y vocifere vengadora,
ya, rodando en el polvo, tu cabeza!

III MOLTO PIU AVANTI!

Los que vierten sus lágrimas amantes
sobre las penas que no son sus penas;
los que olvidan el son de sus cadenas,
para limar las de los otros antes;

Los que van por el mundo, delirantes,
repartiendo su amor a manos llenas:
caen, bajo el peso de sus obras buenas,
sucios, enfermos, trágicos...! Sobrantes!

Ah! Nunca quieras remediar entuertos;
nunca sigas impulsos compasivos!
Ten los garfios del Odio siempre activos,
y los ojos del juez siempre despiertos!...

Y al echarte en la caja de los muertos
menosprecia los llantos de los vivos!

IV MOLTO PIU AVANTI ANCORA!

El mundo miserable es un estrado
donde todo es estólido y fingido,
donde cada anfitrión guarda escondido
su verdadero ser, tras el tocado.

No digas tu verdad ni al más amado;
no demuestres temor ni al más temido;
no creas que jamás te hayan querido
por más besos de amor que te hayan dado:

Mira como la nieve se deslíe
sin que apostrofe al sol su labio yerto;
cómo ansía las nubes el desierto
sin que a ninguna su ansiedad confíe...

Trema como el Infierno, pero ríe!
Vive la vida plena, pero muerto!

V MOLTISSIMO PIU AVANTI ANCORA!

Si en vez de las estúpidas panteras
y los férreos estúpidos leones,
encerrasen dos flacos mocetones
en esa frágil cárcel de las fieras,

no habrían de yacer noches enteras
en el blando pajar de sus colchones,
sin esperanzas ya, sin reacciones,
lo mismo que dos plácidos horteras.

Cual Napoleones, pensativos, graves,
no como el tigre sanguinario y maula,
escrutarían palmo a palmo su aula,
buscando las rendijas, no las llaves...

Seas el que tú seas ya lo sabes:
a escrutar las rendijas de tu jaula! "

Alma Fuerte

Quiero...

"Quiero ser la lágrima que nace en tu ojos, baja por tu mejilla, y muere en tu boca".

En Paz

Muy cerca de mi ocaso yo te bendigo Vida
porque nunca me diste ni esperanza fallida
ni trabajos injustos ni pena inmerecida;
porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas.

Cuando planté rosales, coseché siempre rosas....
Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno;
¡más tú no me dijiste que mayo fuese eterno!

Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
Más no me prometiste tú sólo noches buenas,
Y en cambio tuve algunas santamente serenas...

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida nada me debes!
¡Vida estamos en paz!


MANUEL GUTIÉRREZ NÁJERA

Soneto...

No es que no vuelva, porque me he olvidado
de tu olor a tomillo y a cocina.
De lejos, dicen que se ve más claro,
que no es igual quién anda y quién camina.

Y supe que el amor tiene ojos verdes,
que cuatro palos tiene la baraja,
que nunca vuelve aquello que se pierde
y la marea sube y luego baja.

Supe que lo sencillo no es lo necio,
que no hay que confundir valor y precio,
y un manjar puede ser cualquier bocado

si el horizonte es luz y el rumbo un beso,
No es que no vuelva porque me he olvidado....
es que perdí el camino de regreso,

Mamá...

Joan Manuel Serrat

OJOS CLAROS Y SERENOS

Ojos claros, serenos,
si de un dulce mirar sois alabados,
¿por qué, si me miráis, miráis airados?

Si cuanto más piadosos,
más bellos parecéis a aquél que os mira,
no me miréis con ira,
porque no parezcáis menos hermosos.

¡Ay, tormentos rabiosos!
Ojos claros, serenos,
ya que así me miráis, miradme al menos.

METAMORFOSIS

Era un cautivo beso enamorado
de una mano de nieve,
que tenía la apariencia de un lirio desmayado
y el palpitar de un ave en la agonía.

Y sucedió que un día,
aquella mano suave
de palidez de cirio,
de languidez de lirio,
de palpitar de ave,
se acercó tanto a la prisión del beso,

que ya no pudo más el pobre preso y se escapó;
mas, con voluble giro, huyó la mano hasta el confín lejano,
y el beso que volaba tras la mano,
rompiendo el aire, se volvió suspiro.

Juan y José

Sentados contra el muro del frontón hacían planes mientras reponían fuerzas.
Dudaban entre ir a la escuela o al río a pescar, cuatro cangrejos para la merienda.
Nadie jamás vio amigos más unidos que esos dos
que a un tiempo descubrieron
el fuego del licor, el brillo del dinero, el automóvil, el cine y la mujer.
Tibio era el Sol,
ancha la mar
y el mundo aún
por estrenar.
A Juan y a José se les acabó pronto la niñez
segada con la mies, pisada por los bueyes.
Y mientras José tomaba los caminos de la mar
el otro le despidió desde el muelle.
Del que se fue llegaron cartas con olor a ron
cargadas de promesas que Juan leía mientras ponían la mesa
y releía sin prisa en el café.
Caña dulce, mamey colorao,
verde la palma, blanca la garza,
con un ojo abierto, en la charca,
vigila el caimán.
Cómo puedes conformarte, Juan
con un solo cielo si hay toda una América
del otro lado del mar.
José viajó de las Antillas a la Cruz del Sur,
Huaquero en Fundación, buhonero en la Puna,
cafisho en un quilombo flotante en el Paraná,
y con los años llegó a hacer fortuna.
Juan se quedó trabajando la tierra y se casó
con su novia de siempre.
Después los años discurrieron mansamente...
Frío en invierno y en verano calor.
Tibio era el Sollos días que
llegaban cartas de José.
Juan y José
volvieron a encontrarse en el frontón
medio siglo después, y como si tal cosa
Juan preguntó:"¿A cuál le vas... azul o colorao...?"
y respondió el indiano: "Al que vaya a esa moza...
Qué cosas, Juan,
tanto rodar y estamos otra vez
en donde lo dejamos..."
"Pero a ti, Pepe, que te quiten lo bailado...
Y gracias, Pepe, por llevarme a bailar."
Caña dulce,
mamey colorao.
Tú cabalgabas
y yo iba a la grupa
en las largas tardes junto a la estufa
del viejo café.
Con las alas de tus cartas, José,
atravesé todos los cielos de América
contigo, ¡Amigo!

RETO



Si porque a tus plantas ruedo
como un ilota rendido,
y una mirada te pido
con temor, casi con miedo;
si porque ante ti me quedo
estático de emoción,
piensas que el corazón
se va en mi pecho a romper
y que por siempre he de ser
esclavo de mi pasión;
¡te equivocas, te equivocas!,
fresco y fragante capullo,
yo quebrantaré tu orgullo
como el minero las rocas.
Si a la lucha me provocas,
dispuesto estoy a luchar;
tú eres espuma, yo mar
que en sus cóleras confía;
me haces llorar; pero un día
yo también te haré llorar.
Y entonces, cuando rendida
ofrezcas toda tu vida
perdón pidiendo a mis pies,
como mi cólera es
infinita en sus excesos,
¿sabes tú lo que haré en esos
momentos de indignación?
¡Arrancarte el corazón
para comérmelo a besos!

TACTICA Y ESTRATEGIA

Mi táctica es mirarte
aprender como sos
quererte como sos
Mi táctica es hablarte
y escucharte
y construir con palabras
un puente indestructible

Mi táctica es quedarme
en tu recuerdo no se como,
ni se con qué pretexto
pero quedarme en vos

Mi táctica es ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos simulacros
para que entre los dos
no haya telón ni abismos

Mi estrategia es en cambio
más profunda y más simple
mi estrategia es que un día
cualquiera no se como,
ni se con qué pretexto
por fin me necesites.

Mario Benedetti

Chau número tres

Te dejo con tu vida
tu trabajo
tu gente
con tus puestas de sol
y tus amaneceres
sembrando tu confianza

te dejo junto al mundo
derrotando imposibles
seguro sin seguro
te dejo frente al mar
descifrándote a solas
sin mi pregunta a ciegas
sin mi respuesta rota

te dejo sin mis dudas
pobres y malheridas
sin mis inmadureces
sin mi veteranía
pero tampoco creas
a pie juntillas todo
no creas nunca creas
este falso abandono

estaré donde menos lo esperes
por ejemplo en ún arbol añoso
de oscuros cabeceos
estaré en un lejano
horizonte sin horas
en la huella del tacto
en tu sombra
y mi sombra
estaré repartido
en cuatro o cinco pibes
de esos que vos mirás
y enseguida te siguen
y ojalá pueda estar
de tu sueño en la red
esperando tus ojos
y mirándote.
Mario Benedetti

SE MIRAN, SE PRESIENTEN, SE DESEAN

Se miran, se presienten, se desean,
se acarician, se besan, se desnudan,
se respiran, se acuestan, se olfatean,
se penetran, se chupan, se demudan,
se adormecen, despiertan, se iluminan,
se codician, se palpan, se fascinan,
se mastican, se gustan, se babean,
se confunden, se acoplan, se disgregan,
se aletargan, fallecen, se reintegran,
se distienden, se encarnan, se menean,
se retuercen, se estiran, se caldean,
se estrangulan, se aprietan, se estremecen,
se tantean, se juntan, desfallecen,
se repelen, se enervan, se apetecen,
se acometen, se enlazan, se entrechocan,
se agazapan, se apresan, se dislocan,
se perforan, se incrustan, se acribillan,
se remachan, se injertan, se atornillan,
se desmayan, reviven, resplandecen,
se contemplan, se inflaman, se enloquecen,
se derriten, se sueldan, se calcinan,
se desgarran, se muerden, se asesinan,
resucitan, se buscan, se refriegan,
se rehuyen, se evaden y se entregan

Oliverio Girondo

Memorándum

Uno llegar e incorporarse el día
Dos respirar para subir la cuesta
Tres no jugarse en una sola apuesta
Cuatro escapar de la melancolía
Cinco aprender la nueva geografía
Seis no quedarse nunca sin la siesta
Siete el futuro no será una fiesta
Y ocho no amilanarse todavía
Nueve vaya a saber quién es el fuerte
Diez no dejar que la paciencia ceda
Once cuidarse de la buena suerte
Doce guardar la última moneda
Trece no tutearse con la muerte
Catorce disfrutar mientras se pueda

Mario Benedetti

HAGAMOS UN TRATO


Compañera usted sabe
que puede contar conmigo
no hasta dos o hasta diez
sino contar conmigo
si alguna vez advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense que deliro
a pesar de la veta
o tal vez porque existe
usted puede contar conmigo
si otras veces me encuentra
huraño sin motivo
no piense qué flojera
igual puede contar conmigo
pero hagamos un trato
yo quisiera contar con usted
es tan lindo saber
que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.

Bendita tu Luz


Bendito el lugar y el motivo de estar ahí
bendita la coincidencia.
Bendito el reloj que nos puso puntual
ahí bendita sea tu presencia.
Bendito Dios por encontrarnos en el camino
y de quitarme esta soledad de mi destino.

Bendita la luz,
bendita la luz de tu mirada
bendita la luz,
bendita la luz de tu mirada
desde el alma.

Benditos ojos que me esquivaban,
simulaban desdén que me ignoraba
y de repente sostienes la mirada.
Bendito Dios por encontrarnos
en el camino y de quitarme
esta soledad de mi destino.

Bendita la luz,
bendita la luz de tu mirada
bendita la luz,
bendita la luz de tu mirada, oh.

Gloria divina de esta suerte,
del buen tino,
de encontrarte justo ahí,
en medio del camino.
Gloria al cielo de encontrarte ahora,
llevarte mi soledad
y coincidir en mi destino,
en el mismo destino.
Épale

Bendita la luz,
bendita la luz de tu mirada
bendita la luz,
bendita la luz de tu mirada.
Bendita mirada, oh,
bendita mirada desde el alma.

Tu mirada, oh oh,
bendita, bendita,
bendita mirada,
bendita tu alma y bendita tu luz.
Tu mirada, oh oh.
oh oh, te digo es tan bendita
tu luz amor.
Y tu mirada oh, oh.
Bendito el reloj y bendito el lugar,
benditos tus besos cerquita del mar.
Y tu mirada, oh, oh.
Amor amor, qué bendita tu mirada,
tu mirada amor.

Juan Luis Guerra

Especialmente en abril


Especialmente en abril
se echa a la calle la vida.

Cicatrizan las heridas
y al corazón, como al sol,
se le alegra la mirada
y se abre paso entre las nubes.

Al paisaje se le suben
los colores a la cara.
Y apetece ir donde cubre
a nadar contra corriente.

En abril especialmente-
en Buenos Aires, octubre-.
Se ruega al señor "fulano de tal"
-dice la voz de la conciencia malherida-
que haga el favor de personarse
urgentemente en la salida.

Que el día mas insospechado
y de cualquier manera
en el lugar más imprevisto
se puede aparecer la primavera.

Especialmente en abril
la razón se indisciplina
y como una serpentina
se enmaraña por ahi.

Van buscando los rincones,
sofocadas, las parejas.
Hacen planes y se dejan
llevar por las emociones.

Sin atender, imprudentes,
el consejo de Neruda:
"que las nieves son más crudas
en abril especialmente".

Joan Manuel Serrat