Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Desde el encierro


"Tan solo pensar en ella y en el dulce sabor de sus palabras... de su voz cuando se ha ido... mantiene viva la esperanza de volver a estar con Ella, y por lo tanto, el deseo de vivir... de llegar a ser cada vez más grande... solo para darle incluso los cimientos de mi vida..."

Así eran las palabras que el caballero encontró para la Princesa Ángel. Esperó a que todos su hubieran ido, para quedar en solitario, sin testigos, para poder dirgirse a ella, incluso pidió a su joven dragón y a su cabalgadura que no escucharan sus pensamientos, porque quería un momento de intimidad con su dama, ellos aceptaron gustosos. 

Después agregó desde su encierro las siguientes palabras:

"Princesita mía, amor de mi vida, mi niña mimada, deja de atormentarte y de mirar hacia atrás, déjame acercarme y compartir contigo nuevas palabras, nuevas canciones, nuevos sueños y fantasías para convertirlos en realidad."

"El tiempo y la distancia no es suficiente para destruir lo que los dos sentimos, ni siquiera tu silencio, porque lo que construímos es verdadero, es real y va más allá de nosotros mismos, nos supera, nos rebasa y nos desborda."

"Durante mucho tiempo, tal vez demasiado, te acostumbraste a caminar sola, a desconfiar, pensar todo antes de actuar, pero anhelabas un amor único, divino y excelso... ese mismo que te he regalado, pero no tomaste en cuenta que cuando ese amor llega no solo exacerba los sentidos, ennoblece al corazón y nos engrandece, también nubla la razón, porque el corazón tiene razones que la razón no entiende."

"Acércate a mí, toma mi mano y caminos juntos, no solo por el Bosque Encantado sino también por este regalo divino que se llama vida, disfrutemos cada instante, disfrutemos nuestro amor real, verdadero, sincero, disfrutemos del viaje, porque la vida sin una ilusión es una vida vacía, que no vale la pena."



"Separados, tú en el Bosque de la Melancolía y yo muerto en vida, no nos hacemos bien, nos hacemos falta, mucha falta. Aprendí a amarte con todo y tus espinas, largas y punzantes, mi amada rosa, con todos tus cambios de ánimo y te sigo amando a la distancia y en silencio."

"No existe camino que te lleve a mi corazón porque desde hace tiempo ya vives en el, solo tienes que acercarte mi niña malcriada... para malcriarte más"

Después de estas palabras, con los ojos cerrados, acarició su cabello, acarició su rostro y tomó su rostro con ambas manos... para besar sus labios.

Así permaneció mucho tiempo, solo tenía en mente amarla como ella merecía, recordando algo que había encontrado en algún lugar:

"Todas las damas son princesas, la misión del caballero es saber por qué y hacerlas sentir como tal"

No hay comentarios.: