Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Canción a Mabetxu

Sólo algunas palabras
vuelan por mis versos
otras en cambio huyen
a besar tu piel.

Tu cadera paradigma
de la expresión.

Vienen a mí las palabras,
a veces como una inquietud,
a veces como un dolor,
a veces como grisácea oquedad.

Pero casi siempre
prefieren navegar
por el océano desnudo
de tu cuerpo.

Verbo perenne 
de la belleza.
Latido de mi tierra.

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