Entre tiempo, amor y arte...

Un hombre estudia piano a unos metros. Él toca su instrumento... Yo toco el cielo.

Te escribo desde aquí...

Un hombre estudia piano a unos cuantos metros de distancia. Él se concentra en sus notas, toca su instrumento... Yo toco el cielo. Vuelo, mientras él hace lo que sabe; saca lo que lleva adentro volviéndolo música... Él habla, yo entiendo, nos entendemos a través de eso que le ha venido dando sentido a mi vida... El arte. Una música tan sofisticada, tendrías que oírla... Sutil y elegante al mismo tiempo, nada pretenciosa, auténtica, pero hermosa... Hermosa por serlo, por ser auténtica, única... Fluida... Ella, una música muy... Ella.

Los minutos se escurren en sus notas, por ahí viajan mis emociones hasta convertirse en algo inexplicable... Algo parecido al orgasmo, a ese éxtasis, que por alguna razón no termina de ser ilimitado, pero que casi alcanza la plenitud existencial. El hombre roza apenas su instrumento y, tan sólo por un momento, el tiempo se hace palpable... El tiempo existe de verdad, no se evapora, sino va dejando algo. El tiempo como legado, eso es el arte cuando es... Una huella, una marca, una cicatriz invisible, un tatuaje en el infinito que queda grabado en la inmensidad, un agujero negro que ha sido rellenado con miles de tonos de colores, colores etéreos, pero al fin colores... Adoro esa bendición que ha caído sobre nosotros, eso, lo único que nos hace divinos, él es divino sentado frente a su piano. Sus notas me transportan. Viajo y vuelo, y ando... Y me muevo y me quedo quieto... Y viajo de ida y vuelta, y la vida sigue y se va acabando... Y quizá por eso a cada nota, a cada segundo va aumentando su significado. ¿Qué es lo que llegaría a tu mente si estuvieras presenciando este concierto, te seduciría? Obviamente.

El arte nos seduce, nos enamora, nos acaricia por dentro, es el lenguaje de la vida, el arte es eso que decimos mientras se nos va acabando el tiempo, en eso radica el arte de vivir.

:D