Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

No lo sabes todavía

Tú no lo sabes todavía, pero esta es la última vez que te escribo. La última vez que te encuentro en mi insomnio. La última vez que te busco en mi cama vacía.

Pero si tus ojos me miran. Si me miran y se posan en los míos, aunque sea por un segundo, sólo me basta ese segundo para volver a quererte.

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