Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Desde tu rostro

Tu nombre
es una barca con todas las flores,
es un oasis tras el eterno hielo.
Pronunciarlo trae huracanes pacifistas
que invaden mi cama de fuego.

Tu voz
es el sillón perfecto para mis párpados,
es mi dosis diaria de tranquilizantes.
Música que abre todos los cerrojos
Y convierte cada secreto en un buen amigo.

Tu beso
Es el coral más luminoso del océano,
Es un cordón umbilical de vida.
Te siento como despertar
que me revive lejos del estruendo de mi mente.

Tu sonrisa
es constante e infatigable,
es el volcán con un magma necesario.
Como un telón que se abre
mostrando ciudades nunca antes pensadas.

Tus ojos
son la verdad más desprotegida,
los columpios que me regalan carcajadas,
dos líneas que me enseñan que la vida es curva.

Así desde tu rostro despego,
más allá del cielo,
hacia las maravillosas constelaciones 
que solo tú y yo conocemos.

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