Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Eso es amor

Ver cómo desde tu sillón 
tus ojos me persiguen 
incontroladamente 
y tu sonrisa se vuelve ala.

Sentir tu mano precisa 
como una chimenea calmada 
y lamer tu espalda mientras siento 
que caigo hacia el centro de la tierra. 

Tu recuerdo abstracto que parece humo,
que huele a misterio,
 que me invade como un ejército 
de ganas y golondrinas.

Que me digas ven
que me digas dame
que me digas todo 
que me digas tú 
que me digas ser
sin decirme nada.

Que me lleves a cualquier lugar 
y allí quiera quedarme.
Que me dé igual el calendario 
y pierda el sentido entre tus párpados.
Que quiera meterme en tu lengua
y navegar desde ahí hasta tu núcleo
y no salir, para luego balancearme 
en tus costillas y dormir en paz
de una vez por todas.

Ser uno o no ser nada.

Contigo.

Eso es amor.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario