Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Y entonces llegaste...

Y entonces llegaste de la nada llenar mi vida de felicidad, a sumar momentos inolvidables y a crear un amor indestructible en medio de la distancia. Con el pasar de los días me fui enamorando de tu linda forma de ser, de tu belleza que es inagotable y de toda esa magia que guardas en lo más profundo de tu alma. Y no imaginas cómo me encanta escuchar tu voz y saber que para nada me importa la distancia, porque escuchar tu sonrisa siempre me hace sentir a centímetros de tu corazón.

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