Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Hibernación

En el regazo del tiempo me acurruco:
Pasan y pasan los días en modorra
Y moho, que los gestos entorpece.
No hay en esta somnolencia otro sosiego
Que ser consciente el cuerpo de sí mismo,
Si la hora prometida le amanece.

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