Cuando el día te sonría,
y el sol te bese la frente,
cuando todo sea un camino
de risas y viento alegre,
mis brazos, amor, serán nido,
tu refugio de puro gozo,
un rincón donde el mundo
se detiene a mirarte contento.
Y cuando la vida apriete,
cuando el cielo se quiebre en pedazos,
y las cosas, terca rutina,
se tuerzan como senderos rotos,
mis brazos, amor, serán puerto,
tu refugio de sombra y calma,
donde el dolor se hace pequeño
y el alma encuentra su calma.
No importa si el tiempo canta
o si llora en tus pestañas,
si la suerte te abraza
o te clava su garra amarga.
Mis brazos, amor, son promesa,
un hogar de piel y latido,
para cuando todo brille
y para cuando todo sea olvido.
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