Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Haz que yo pueda ser, amor, la escala...

Haz que yo pueda ser, amor, la escala
en que sus pies se apoyan, el torrente
de luz para su sed, o, suavemente,
el cauce en que su vida se resbala.

Sólo soy un espejo para el ala
de un ángel dividido, que así siente
que le soy necesario, y dulcemente
a mi dolor su claridad iguala.

Y eso es todo, amor: sólo un reflejo.
No escala, luz ni cauce, en que pudiera
subir, brillar, o transcurrir ligera.

Únicamente el sueño de un espejo
mudo a veces, y opaco, en donde anida
la imagen solitaria de su vida.

Alguna vez te alcanzará el sonido

Alguna vez te alcanzará el sonido
de mi apagado nombre, y nuevamente
algo en tu ser me sentirá presente:
más no tu corazón; sólo tu oído.

Una pausa en la música sin ruido
de tu luz ignorada, inútilmente
ha de querer salvar mi afán doliente
de la amorosa cárcel de tu olvido.

Ningún recuerdo quedará en tu vida
de lo que fuera breve semejanza
de tu sueño y mi nombre y la belleza.

Porque en tu amor no alentará la herida
sino la cicatriz, y tu esperanza
no querrá saber más de mi tristeza.

Aunque bien sé que no me extrañas

Aunque bien sé que no me extrañas,
aunque tengo la razón, me acuerdo:
el cáncer terminó; te ausentas
por todo lo mal que supe amarte.

Ya fui desventurado cuando
estuviste aquí, y en el momento
donde te vas, me desventuro.
La sola ventaja de estar ciego
es acaso no poder mirarte.

Ya morir sin arrepentimiento
es mi esperanza, y te lo digo
porque al fin te conozco;
que si he pedido muchas cosas,
pude pagar con sobreprecio
las pocas que me fueron dadas.

Mientras más mal te portas, mucho
más te voy queriendo, y porque espero
menos, me injurio y te acrecientas.
Así tuvo que ser: de tanto
que te procuré, me aborreciste;
tan sólo pesares te he dejado.

Raspaduras de celos, dudas
que no opacaron la certeza
de cuanto en ti me desolaba.

Tú, como si nada, te diviertes;
pero entristécete:
si todos sabrán que estoy quemado,
ninguno sabrá que por tus llamas.

Vete como de veras; pierde
el número atroz de este teléfono,
la dirección que no aprendiste,
aquel corazón tan despistado.

Igual sigue siendo todo; nadie
hay como tú, por mi fortuna;
pero a nadie como tú he llegado.

En el agua escrito y en el viento
quedó el amor perpetuo. Sombras.
Y me quemo, y de mejor violencia
—ay, mamá— te alumbro al apagarme.

Ya te conozco, ya obligado
soy a bien quererte y despreciarme.
Pero no, porque me da vergüenza;
pero sí, porque me estoy muriendo
sin voluntad ni penitencia.

Y por todo: porque no quisiste
permanecer, porque me olvidas,
porque me voy tristeando, gracias
te doy. Y por andar de noche.

Amiga a la que amo

Amiga a la que amo: no envejezcas.
Que se detenga el tiempo sin tocarte;
que no te quite el manto
de la perfecta juventud. Inmóvil
junto a tu cuerpo de muchacha dulce
quede, al hallarte, el tiempo.

Si tu hermosura ha sido
la llave del amor, si tu hermosura
con el amor me ha dado
la certidumbre de la dicha,
la compañía sin dolor, el vuelo,
guárdate hermosa, joven siempre.

No quiero ni pensar lo que tendría
de soledad mi corazón necesitado,
si la vejez dañina, perjuiciosa
cargara en ti la mano,
y mordiera tu piel, desvencijara
tus dientes, y la música
que mueves, al moverte, deshiciera.

Guárdame siempre en la delicia
de tus dientes parejos, de tus ojos,
de tus olores buenos,
de tus brazos que me enseñas
cuando a solas conmigo te has quedado
desnuda toda, en sombras,
sin más luz que la tuya,
porque tu cuerpo alumbra cuando amas,
más tierna tú que las pequeñas flores
con que te adorno a veces.

Guárdame en la alegría de mirarte
ir y venir en ritmo, caminando
y, al caminar, meciéndote
como si regresaras de la llave del agua
llevando un cántaro en el hombro.

Y cuando me haga viejo,
y engorde y quede calvo, no te apiades
de mis ojos hinchados, de mis dientes
postizos, de las canas que me salgan
por la nariz. Aléjame,
no te apiades, destiérrame, te pido;
hermosa entonces, joven como ahora,
no me ames: recuérdame
tal como fui al cantarte, cuando era
yo tu voz y tu escudo,
y estabas sola, y te sirvió mi mano.

A tu puerta llamé. No estabas...

A tu puerta llamé. No estabas.
Aspas de viaje te arrancaron.
¿Quién volverá cuando regreses?
Viento sin recuerdos, en la noche
se envuelve de inútiles presagios.

Dicen que la vida prosigue.
Entre nieves remotas, luces
que desconozco, abro los brazos
-lazarillos a ciegas-; busco.

Desde aquí, junto a la oreja sorda
amo en secreto, y enmudezco.
Dicen que la vida no perdona.
A tu puerta llego, y sin mirarte,
maravillado te contemplo.

¿Regresaste, vives, te escondiste?
Frente a tu casa silenciosa
-pienso que estás-, no llamo. Espero.
Y pasa la vida, y se detiene.

Tú das la vista a mis pupilas ciegas

Tú das la vista a mis pupilas ciegas
y a mi voz la ternura que te nombra;
amor, cuánta amargura, cuánta sombra
se destruye en la luz en que me anegas.

En hoces claras a mi pecho llegas
y la esperanza al corazón asombra,
por ti la mano del olvido escombra
los restos tristes del dolor que siegas.

Por ti vencido, el peso de la angustia
inútilmente ya su fuerza mustia
contra tus simples luces abre inerte.

Amor, ardiente lámpara en la oscura
soledad, segador de la amargura.
Está lejano el miedo de perderte.

Centímetro a centímetro

-Piel, cabello, ternura, olor, palabras-
mi amor te va tocando.
Voy descubriendo a diario, convenciéndome
de que estás junto a mí, de que es posible
y cierto; que no eres,
ya, la felicidad imaginada,
sino la dicha permanente,
hallada, concretísima; el abierto
aire total en que me pierdo y gano.

Y después, qué delicia
la de ponerme lejos nuevamente.
Mirarte como antes
y llamarte de "usted", para que sientas
que no es verdad que te haya conseguido;
que sigues siendo tú, la inalcanzada;
que hay muchas cosas tuyas
que no puedo tener.

Qué delicia delgada, incomprensible,
la de verte lejos,
y soportar los golpes de alegría
que de mi corazón ascienden
al acercarse a ti por vez primera;
siempre por primera, a cada instante.
Y al mismo tiempo, así, juego a perderte
y a descubrirte, y sé que te descubro
siempre mejor de como te he perdido.

Es como si dijeras:
"Cuenta hasta diez, y búscame", y a oscuras
yo empezara a buscarte, y torpemente
te preguntara: ¿estás allí?", y salieras
riendo del escondite,
tú misma, sí, en el fondo; pero envuelta
en una luz distinta, en un aroma
nuevo, con un vestido diferente.

Sublime...

No hay respuestas…
No debes esperar más…
Mis fantasías harás realidad,
Nuestro encuentro, no tiene un tiempo,
Es hoy, es ahora, aquí... Para siempre…

Vamos abrázame fuerte y no me sueltes,
Compartamos el amor…
Lleguemos juntos al cielo
Despójame de mi inhibición y
Domíname con tu amor…

Boca

Boca que arrastra mi boca.
Boca que me has arrastrado:
boca que vienes de lejos
a iluminarme de rayos.

Alba que das a mis noches
un resplandor rojo y blanco.
Boca poblada de bocas:
pájaro lleno de pájaros.

Canción que vuelve las alas
hacia arriba y hacia abajo.
Muerte reducida a besos,
a sed de morir despacio,
das a la grama sangrante
dos tremendos aletazos.

El labio de arriba, el cielo
y la tierra el otro labio.

Beso que rueda en la sombra:
beso que viene rodando
desde el primer cementerio
hasta los últimos astros.

Beso que va a un porvenir
de muchachas y muchachos,
que no dejarán desiertos
ni las calles, ni los campos.

¡Cuánta boca ya enterrada,
sin boca, desenterramos!

Bebo en tu boca por ellos,
brindo en tu boca por tantos
que cayeron sobre el vino
de los amorosos vasos.
Hoy son recuerdos, recuerdos,
besos distantes y amargos.

Boca que desenterraste
el amanecer más claro
con tu lengua. Tres palabras,
tres fuegos has heredado:
vida, muerte, amor. Ahí quedan
escritas sobre tus labios.

Amanecer

Siento tu cuerpo desnudo pegado al mío, abro los ojos y no es un sueño, acaricio tu cabello, solo te mueves un poco para unirte más a mi.

Se escuchan poco a poco los sonidos de la ciudad que despierta, pero solo percibo tu respiración tranquila, serena y el calor que tu cuerpo le transmite al mío.

Te ves linda, siempre te ves linda, aun dormida, tanta paz no podría ser mejor después de tanto amor desbocado, intenso... sincero.

La mañana promete nuevas esperanzas, nuevas ilusiones, nuevas fantasías de besos y caricias. No deseo levantarme para seguir gozando de la suavidad de tu piel, de tu cuerpo que se dibuja pleno bajo la sábana, de tu aliento y del ímpetu de tus sentimientos que me entregas con desparpajo, sin guión previo pero cargado de ilusiones renovadas.

Te has dado a la tarea de hacerme feliz y lo consigues sin dificultad, de manera natural, rompiendo toda duda, derribando cualquier argumento, solo te basta ser tú y todo lo demás es fácil.

Se que al despertar buscarás mis labios y te acurrucarás en mi, no necesitas palabras para hacerme saber tus sentimientos, disfruto tener tu espalda en mi pecho y la fragancia de tu larga melena acariciando mi rostro.

Te acerco con mis brazos para unirte más a mi, tus manos los atrapan en sutil y sensual prisión, un leve sonido escapa de tu boca que no distingo entre un gemido y un suspiro.

No quiero que despiertes, quiero quedarme así, disfrutando el saberme amado en plenitud, íntimimante abrazados, no quiero perderme un instante de este maravilloso presente con sabor a futuro...

Penitencia

-¿La buscas?
-No
-¿Por qué? ¡Si tu aun la amas!
-¡Porque ella ya no quiere saber más nada de mi!

Romántico

-¿Has visto la luna últimamente? 
-No 
-¡Pero tú eres un romántico! 
-¡Precisamente por eso!

Paraules d'amor

Ella em va estimar tant...
Jo me l'estimo encara.
Plegats vam travessar
una porta tancada.

Ella, com us ho podré dir,
era tot el meu món llavors
quan en la llar cremaven
només paraules d'amor...

Paraules d'amor
senzilles i tendres.
No en sabíem més,
teníem quinze anys.
No havíem tingut
massa temps per aprendre'n,
tot just despertàvem
del son dels infants.

En teníem prou
amb tres frases fetes
que havíem après
d'antics comediants.

D'històries d'amor,
somnis de poetes,
no en sabíem més,
teníem quinze anys...

Ella qui sap on és,
ella qui sap on para.
La vaig perdre i mai més
he tornat a trobar-la.

Però sovint en fer-se fosc,
de lluny m'arriba una cançó.
Velles notes, vells acords,
velles paraules d'amor...

Paraules d'amor
senzilles i tendres.
No en sabíem més,
teníem quinze anys.
No havíem tingut
massa temps per aprendre'n,
tot just despertàvem
del son dels infants.

En teníem prou
amb tres frases fetes
que havíem après
d'antics comediants.

D'històries d'amor,
somnis de poetes,
no en sabíem més,
teníem quinze anys...

He pensado mucho en ti

He pensado mucho en ti, pero no preguntes nada
Imagínalo también como yo lo imaginaba.
Imagínate una nube en medio de una manzana

 

Y una casa de aire y luz con una sola ventana.
Por la que pasan las frutas, las flores y las mañanas
A compartir con nosotros lo que ellas provocaran
Igual que el valle se tiende ante su amada montaña
Imagíname a tus pies continuando las hazañas
 

Que anoche me imaginé
En otras noches lograras, porque no hay mejor guerrero
Que una mujer excitada por el brillo de ella misma
Es decir, la luna en agua y todas las maravillas que en ti maduran y estallan.
 

Imagínate la arena, uvas, nueces, miel, manzanas
Y los vientos del desierto sembrando en ti mi esperanza
He cantado la canción como nunca la cantara
Imagínate al silencio con palomas en sus alas.
He pensado mucho en ti.

Facundo Cabral

Están por todos lados

"Los oledores de tragedias están
por todos lados
se levantan a la mañana
y empiezan a encontrar las cosas
mal.

Y se sumergen
en la rabia,
una rabia que dura hasta
que se van a la cama,
e incluso ahí
se retuercen en su
insomnio,
incapaces de sacar
de sus mentes
los pequeños obstáculos
que han hallado.

Se sienten en contra,
es un complot.
Y por estar constantemente
furiosos sienten que
siempre tienen
razón.

Los ves en el tráfico
tocando bocina como salvajes
ante la más leve infracción,
puteando
desparramando sus
insultos.

Los sentís en las colas
de los bancos,
de los supermercados,
de los cines
presionan en tu espalda
te pisan los talones
están impacientes por
una furia.

Están por todos lados
y en
todas las cosas,
esas almas
violentamente
infelices.

En realidad están asustados,
como siempre quieren
tener razón
fustigan
sin cesar...
es un mal
una enfermedad
de esa raza.

El primero de ellos
que vi fue
mi padre
y desde entonces
he visto mil padres
malgastando sus vidas
en el odio,
arrojando sus vidas
al pozo ciego
y
gritando
enloquecidos."

Ah! La angustia, la abyecta rabia, la desesperación...

¡Ah! La angustia, la abyecta rabia, la desesperación
De no yacer en mí mismo desnudo
Con ánimo de gritar, sin que sangre el seco corazón
!En un último, austero alarido!

Hablo -las palabras que digo son nada más un sonido:
Sufro -Soy yo.
Ah, extraer de la música el secreto, el tono

¡De su alarido!

Ah, la furia -aflicción que grita en vano
Pues los gritos se tensan
Y alcanzan el silencio traído por el aire 

¡En la noche, nada más allí!

La vida se me va...quién sabe a dónde.

La vida se me va...Quién sabe a dónde
con la luz parte...Sigilosamente
de mí se aleja sin decir a dónde.


Lo mismo que un amigo
que me abandona sin decir palabra,
que me abandona en soledad conmigo.

Si le pregunto: ¿A dónde vas, a dónde?
se sonríe no más, plácidamente,
sin dejar de partir quién sabe a dónde.

Le grito con angustia:
Mírame aquí, viviente, vivo. ¿A dónde
quieres que te siga?  Y con risa mustia,
"Tú no eres yo"  doliente me responde.

Las tardes de enero

Va cayendo la noche: La bruma
ha bajado a los montes el cielo:

Una lluvia menuda y monótona
humedece los árboles secos.
 

El rumor de sus gotas penetra
hasta el fondo sagrado del pecho,
donde el alma, dulcísima, esconde
su perfume de amor y recuerdos.
 

¡Cómo cae la bruma en el alma!
¡Qué tristeza de vagos misterios
en sus nieblas heladas esconden
esas tardes sin sol ni luceros!
 

En las tardes de rosas y brisas
los dolores se olvidan, riendo,
y las penas glaciales se ocultan
tras los ojos radiantes de fuego.
 

Cuando el frío desciende a la tierra,
inundando las frentes de invierno,
se reflejan las almas marchitas
a través de los pálidos cuerpos.
 

Y hay un algo de pena insondable
en los ojos sin lumbre del cielo,
y las largas miradas se pierden
en la nada sin fe de los sueños.
 

La nostalgia, tristísima, arroja
en las almas su amargo silencio,

Y los niños se duermen soñando
con ladrones y lobos hambrientos.
 

Los jardines se mueren de frío;
en sus largos caminos desiertos
no hay rosales cubiertos de rosas,
no hay sonrisas, suspiros ni besos.
 

¡Como cae la bruma en el alma
perfumada de amor y recuerdos!

¡Cuantas almas se van de la vida
estas tardes sin sol ni luceros!

Triste No. 1

Por la memoria vagamos descalzos
seguimos el garabato de la lluvia
hasta la tristeza que es el hogar destino
la tristeza almacena los desastres del alma
o sea lo mejorcito de nosotros mismos
digamos esperanzas sacrificios amores.


A la tristeza no hay quien la despoje
es transparente como un rayo de luna
fiel a determinadas alegrías.


Nacemos tristes y morimos tristes
pero en el entretiempo amamos cuerpos
cuya triste belleza es un milagro.


Vamos descalzos en peregrinación
triste tristeza llena eres de gracia
tu savia dulce nos acepta tristes.


El garabato de la lluvia nos conduce
hasta el hogar destino que siempre has sido
tristeza enamorada y clandestina


Y allí rodeada de tus frágiles dogmas
de tus lágrimas secas
de tu siglo de sueños
nos abrazas como anticipo del placer.

Una canzone di silenzio

La lingua di amore rinuncia a parole che
sentono solo nel loro credere che le anime.
La tua melodia si pone come momento eterno
entro la fine di una seria ricera.
L`inizio di una bella amore é sempre addio.
Come una canzone solo nel silienzio.

Amore disperso

Le ore  non passano senza di te,
non vedo l'ora che stai qui con me...
Anche se non credi ancora a queste parole,
te l'assicuro,
vengono dal profondo del cuore...
 

Ogni ora che posso stare con te,
e dinuovo perfetta per me...
Non sai quanto me ne vogli,
 per quello che t'ho fatto...
 

Ma una cosa e sicura,
se potrei cancellerei tutto...
La tua tristezza e sofferenza,
che hai passato in mia assenza...
 

I miei sentimenti per te non si sono mai cancellati,
perche ora si sono riavviati...

Coincidencia

El se levantó temprano para esperarla a la puerta de su casa, quería sorprenderla, pero nunca la vió. La sorpresa  fue para él al no encontrarla, su corazón se entristeció.

Súbitamente todo cambió cuando supo que ella se levantó temprano para esperarlo en la puerta de su casa... la de él.

Ausencia

Se va de ti mi cuerpo gota a gota.
Se va mi cara en un óleo sordo;
se van mis manos en azogue suelto;
se van mis pies en dos tiempos de polvo.

¡Se te va todo, se nos va todo!

Se va mi voz, que te hacía campana
cerrada a cuanto no somos nosotros.
Se van mis gestos que se devanaban,
en lanzaderas, debajo tus ojos.
Y se te va la mirada que entrega,
cuando te mira, el enebro y el olmo.

Me voy de ti con tus mismos alientos:
como humedad de tu cuerpo evaporo.
Me voy de ti con vigilia y con sueño,
y en tu recuerdo más fiel ya me borro.
Y en tu memoria me vuelvo como esos
que no nacieron ni en llanos ni en sotos.

Sangre sería y me fuese en las palmas
de tu labor, y en tu boca de mosto.
Tu entraña fuese, y sería quemada
en marchas tuyas que nunca más oigo,
¡y en tu pasión que retumba en la noche
como demencia de mares solos!

¡Se nos va todo, se nos va todo!

Besos

Hay besos que pronuncian por sí solos
la sentencia de amor condenatoria,
hay besos que se dan con la mirada
hay besos que se dan con la memoria.

Hay besos silenciosos, besos nobles
hay besos enigmáticos, sinceros
hay besos que se dan sólo las almas
hay besos por prohibidos, verdaderos.

Hay besos que calcinan y que hieren,
hay besos que arrebatan los sentidos,
hay besos misteriosos que han dejado
mil sueños errantes y perdidos.

Hay besos problemáticos que encierran
una clave que nadie ha descifrado,
hay besos que engendran la tragedia
cuantas rosas en broche han deshojado.

Hay besos perfumados, besos tibios
que palpitan en íntimos anhelos,
hay besos que en los labios dejan huellas
como un campo de sol entre dos hielos.

Hay besos que parecen azucenas
por sublimes, ingenuos y por puros,
hay besos traicioneros y cobardes,
hay besos maldecidos y perjuros.

Judas besa a Jesús y deja impresa
en su rostro de Dios, la felonía,
mientras la Magdalena con sus besos
fortifica piadosa su agonía.

Desde entonces en los besos palpita
el amor, la traición y los dolores,
en las bodas humanas se parecen
a la brisa que juega con las flores.

Hay besos que producen desvaríos
de amorosa pasión ardiente y loca,
tú los conoces bien son besos míos
inventados por mí, para tu boca.

Besos de llama que en rastro impreso
llevan los surcos de un amor vedado,
besos de tempestad, salvajes besos
que solo nuestros labios han probado.

¿Te acuerdas del primero...? Indefinible;
cubrió tu faz de cárdenos sonrojos
y en los espasmos de emoción terrible,
llenáronse de lágrimas tus ojos.

¿Te acuerdas que una tarde en loco exceso
te vi celoso imaginando agravios,
te suspendí en mis brazos... vibró un beso,
y qué viste después...? Sangre en mis labios.

Yo te enseñé a besar: los besos fríos
son de impasible corazón de roca,
yo te enseñé a besar con besos míos
inventados por mí, para tu boca.

Con tal que te duermas

La rosa colorada
cogida ayer;
el fuego y la canela
que llaman clavel;

el pan horneado
de anís con miel,
y el pez de la redoma
que la hace arder:

todito tuyo
hijito de mujer,
con tal que quieras
dormirte de una vez.

La rosa, digo:
digo el clavel.
La fruta, digo,
y digo que la miel;

y el pez de luces
y más y más también,
¡con tal que duermas
hasta el amanecer!

Creo en mi corazón

Creo en mi corazón, ramo de aromas
que mi Señor como una fronda agita,
perfumando de amor toda la vida
y haciéndola bendita.

Creo en mi corazón, el que no pide
nada porque es capaz del sumo ensueño
y abraza en el ensueño lo creado:
¡inmenso dueño!

Creo en mi corazón, que cuando canta
hunde en el Dios profundo el franco herido,
para subir de la piscina viva
recién nacido.
 
Creo en mi corazón, el que tremola
porque lo hizo el que turbó los mares,
y en el que da la Vida orquestaciones
como de pleamares.

Creo en mi corazón, el que yo exprimo
para teñir el lienzo de la vida
de rojez o palor y que le ha hecho
veste encendida.

Creo en mi corazón, el que en la siembra
por el surco sin fin fue acrecentando.
Creo en mi corazón, siempre vertido,
pero nunca vaciado.

Creo en mi corazón, en que el gusano
no ha de morder, pues mellará a la muerte;
creo en mi corazón, el reclinado
en el pecho de Dios terrible y fuerte.

Amo amor

Anda libre en el surco, bate el ala en el viento,
late vivo en el sol y se prende al pinar.
No te vale olvidarlo como al mal pensamiento:
¡le tendrás que escuchar!

Habla lengua de bronce y habla lengua de ave,
ruegos tímidos, imperativos de mar.
No te vale ponerle gesto audaz, ceño grave:
¡lo tendrás que hospedar!

Gasta trazas de dueño; no le ablandan excusas.
Rasga vasos de flor, hiende el hondo glaciar.
No te vale decirle que albergarlo rehúsas:
¡lo tendrás que hospedar!

Tiene argucias sutiles en la réplica fina,
argumentos de sabio, pero en voz de mujer.
Ciencia humana te salva, menos ciencia divina:
¡le tendrás que creer!

Te echa venda de lino; tú la venda toleras.
Te ofrece el brazo cálido, no le sabes huir.
Echa a andar, tú le sigues hechizada aunque vieras
¡que eso para en morir!

Abrazo

Tengo ganas se abrazarte y hacerte sentir que todo estará mejor, que vienen tiempos mejores, que la tristeza y el dolor han quedado atrás.

Quiero en un abrazo darte mi amor entero, cuidarte,  protegerte y llenarte de esperanza, de ilusiones renovadas.

Tú nunca dices nada pero tu mirada te delata, guardas estoico tu dolor y aunque quieres ocultarlo, puedo notarlo en tus ojos sinceros, claros, que hablan sin palabras.

Es por eso que quiero abrazarte, aliviar tu alma lastimada, sin promesas, sin palabras y cuando sientas mis brazos rodearte, escuches como nuestros corazones hablan.

Amar a un hombre

Amar a un hombre que con su ternura y su forma de ser, rompe todas tus barreras, te desnuda el alma y saca lo mejor de ti.

Amar a un hombre que con su mirada y su sonrisa, hace que tu corazón palpite aceleradamente y sientas correr la sangre por tus venas.

Amar a un hombre, sincero, honesto transparente que con sus palabras te inspiren y te hagan creer en el amor verdadero.

Amar a un hombre que te arrebate el aliento con solo pensar en él y solo desees correr a su encuentro.

Amar a un hombre que corresponda sin dobleces, sin mentiras, sin engaños ni traiciones.

Amar a un hombre que te haga sentir mujer.

Amar a un hombre con alma de niño y sonrisa abierta y sincera, que en sus brazos sientes tocar el cielo.

Amar a un hombre que que crea en ti, te de confianza y esté dispuesto a caminar contigo,  a tu lado.

Amar a un hombre que sienta, piense, hable y actúe en el mismo sentido, mostrando el valor de la congruencia y la honestidad.

Amar a un hombre dando lo mejor de ti, que sea sincero y que entienda tus sentimientos como si fueran los suyos.

Amar a un hombre que en su mirada reflejen la pureza de su alma y la limpieza de su ser.

Amar a un hombre que en su cercanía te sientas protegida, segura y confiada.

Amar a un hombre que añores su lejanía y esperas ansiosa el momento de saber de él, volverlo a oir, volverlo a ver.

Amar a un hombre que solo te despoje de prejuicios y temores, que desaparezcan la dudas, y te desprendas de ti para dárselo todo a él.

Amar a un hombre que haga que mi piel huela a su piel y que somos dos cuerpos en una misma alma.

Amar a un hombre que te haga saber y sentir que en el amor no hay pecado cuando es sincero, entregado, total.

¡Amar a un hombre como te amo a ti!

¡Que gratificante!

Que gratificante es conocer a alguien que sabe de amor, lo siente, lo vive, lo emana, lo transmite y lo contagia.

Que gratificante es conocer a una persona transparente, sin dobleces, ni mentiras, que te mira y habla con franqueza y de noble corazón.

Que gratificante cuando se acelara el corazón, te inquietas porque vendrá y sabes que sonreirá para ti.

Que gratificante cuando llega un compañero de viaje, que te anima, te escucha, te cuida y te protege, sin nada a cambio que pedir.

Que gratificante que cuando menos lo esperaba... ¡llegaste a mi vida!

Sueño con un mundo...

Sueño con un mundo donde se busque conciliar en lugar de confrontar.

Sueño con un mundo donde uno se preocupe primero en comprender antes que ser comprendido.

Sueño con un mundo donde no haya contratos porque la palabra es solo suficiente.

Sueño con un mundo sin mentiras ni traiciones, sin burlas y sin engaños.

Sueño con un mundo donde no se oculte la verdad, porque aunque no sea una mentira, duele tanto como si lo fuera.

Sueño donde no solo se diga "Te amo" sino que también se demuestre.

Sueño con un mundo donde las diferencias se diriman hablando, buscando el acuerdo.

Sueño con un mundo donde se busque la justicia y no la venganza.

Sueño con un mundo donde no se lastime a las personas, no solo físicamente, sino también sentimentalmente.

Sueño con un mundo donde se respeten las diferencias.

Sueño en un mundo donde las personas sean compañeros de viaje y no carga.

Sueño con un mundo donde el respeto y la honestidad imperen.

Sueño con un mundo donde el amor sea el motor de nuestras acciones.

Sueño con cambiar el mundo si yo mismo respeto y aplico esto que he escrito.

Pensándote

Vuela la noche buscándote,
juega la lluvia en mi ventana.
duermen las horas en mi café,
sólo el silencio me acompaña.
vuelvo la cara y miro bien
descubro un bufón en el espejo.
me hace una mueca y puedo entender,
intenta decirme lo que siento.
 
No es necesaria alguna explicación,
conozco historias que no acaban bien.
protagonistas de la indecisión
y ahora soy yo, y ahora soy yo,
y ahora soy yo... pensándote.
 
Dejo mi libro, apago la luz
guardo la luna en la cortina.
cierro los ojos y apareces tu,
sólo al almohada me acaricia.
 
No es necesaria alguna explicación,
conozco historias que no acaban bien.
protagonistas de la indecisión
y ahora soy yo, y ahora soy yo,
y ahora soy yo... pensándote.
 
No es necesaria alguna explicación,
conozco historias que no acaban bien.
protagonistas de la indecisión
y ahora soy yo, y ahora soy yo,
y ahora soy yo... pensándote
 
Yo seguiré, con tanto amor... pensándote.

Alejandro Filio

Ese soy yo

Que poco me conoces
cuando afirmas que este sol
busca tu madrugada,
sin sabes que no hay nada
o casi nada entre los dos.

Que poco me conoces
y que extraño te soy
olvidas que quien sale de tu vida
ese soy yo

Que poco me conoces
no recuerdas como fue
la historia y de qué modo,
quien sabe bien de todo
o casi todo esa es tu piel,
no intentes ser quien ama
que no te va el papel,
no esperes mi llamada y mejor piensa...
un poco en él.

Que poco me conoces
cuando afirmas que este sol
busca tu madrugada,
si sabes que no hay nada
o casi nada entre los dos.

Que poco me conoces
y que extraño te soy
olvidas que quien sale de tu vida...
ese soy yo.

Alejandro Filio

¿Jugamos?


Ella pregunta y él reponde.
 
-¿Jugamos? -Si

-¿Bosque o mar? -Bosque

-¿Natural o artificial? -Natural

-¿Frío o calor? -Frío

-¿Formal o casual? -Casual

-¿Razón o sentimiento? -Sentimiento

-¿Cielo o tierra? -Cielo

-¿Arena o mar? -Mar

-¿Verdad o mentira? -Verdad

-¿Siempre o nunca? -Siempre

-¿Libro o música? -Música

-¿Música o letra? -Letra

-¿Vista o tacto? -Tacto

-¿Pasión o ternura? -¡Amor!

-¡Hey! ¡Esa no era la pregunta!

-Lo sé, pero el amor los tiene a ambos.

-¡Perdiste!

-No... ganó el amor.