Yo no te olvido, habitas en un lugar donde nadie puede tocarte, donde nadie sabe que existes, donde nadie puede herirte, ni yo con mi olvido, ni tú con tu ausencia.
Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.
Proverbios y Cantares
VI
De lo que llaman los hombres virtud, justicia y bondad, una mitad es envidia, y la otra no es caridad.
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