Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Mostrando las entradas con la etiqueta Pablo Antonio Cuadra. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Pablo Antonio Cuadra. Mostrar todas las entradas

La noche es una mujer desconocida.

Preguntó la muchacha al forastero:
—¿Por qué no pasas? En mi hogar
está encendido el fuego.

Contestó el peregrino: —Soy poeta,
sólo deseo conocer la noche.

Ella, entonces, echó cenizas sobre el fuego y aproximó en la sombra su voz al forastero:
—¡Tócame! —dijo—. ¡Conocerás la noche!

El niño

El niño 
que yo fui 
no ha muerto 
queda 
en el pecho 
toma el corazón 
como suyo 
y navega dentro 
lo oigo cruzar 
mis noches 
o sus viejos 
mares de llanto 
remolcándome 
al sueño. 

La noche es una mujer desconocida

Preguntó la muchacha al forastero:
—¿Por qué no pasas? En mi hogar
está encendido el fuego.

Contestó el peregrino: —Soy poeta,
sólo deseo conocer la noche.

Ella, entonces, echó cenizas sobre el fuego
y aproximó en la sombra su voz al forastero:
—¡Tócame! —dijo—. ¡Conocerás la noche!