Hay veces que se siente bonito
querer a alguien que no te quiere
y no porque uno sea amante
de los icebergs
simplemente porque la sensación
nos vuelve más reales
nos perfuma la sinceridad
la tranquilidad se come toda angustia
hay veces que se siente bonito
saberte capaz de luchar
con entusiasmo
de comprender la fragilidad
abrazar cada horizonte
como una chispa que se escapa
para encender un alma
que se creyó alguna vez perdida
hay veces que se siente bonito
saberte digno pero no correspondido
conjugar cada fantasía en un verbo
girando ante los luceros
y laberintos
simplemente se siente bonito
saber que uno no es tan frío.