Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

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Inevitable

Me es inevitable acordarme de ti cuando piso los mismos pasos que dimos juntos.
Las noches se me hacen eternas si no sueño contigo. La ciudad se me hace extraña si tú no estés en ella.
Me es inevitable recordar tu sonrisa cada vez que alguien pronuncia tu nombre.
También intento recordar tu voz cada vez que pienso en ti pero es inevitable que acabe perdido en el silencio que tus ojos negros provoca cuando me miran.
Me es inevitable hacer poesía cuando pienso en ti.

Mis días contigo

Todos mis días contigo se acaban convirtiendo en esas páginas marcadas, con la esquina doblada, para recordarnos que ahí hay algo bonito que merece ser leído una y otra vez.

De nuevo tú

Tú, que ocupas los pequeños instantes que separan los segundos, el silencio entre cada palabra que pronuncio y el hueco que me queda en el pecho cuando suspiro.

Tú, que te escondes tras las sombras que me acompañan en los paseos tardíos y te meces en la brisa como un perfume desconocido.

Tú, que te has colado en mi cabeza y pretendes vivir para siempre en ese pequeño rincón al filo de la cordura.

Tú...

Veinte gritos de amor y ninguna cancióndesesperada

Hoy nos comeremos
a besos.
Nos dejaremos llevar
por los deliciosos placeres
que guardas para mí.
Hoy
te prometo que
despues de veinte gritos
de amor
no vendrá ninguna canción desesperada.

Como tú

Me gusta la gente
como tú,
que te marca para siempre
con una mirada
sincera
y una sonrisa
que te acelera el pulso.

Me gusta la gente
como tú,
por esos besos
que puedo ver en tus ojos,
por ese deseo desatado
que escondes
bajo tu piel y reprimes
en un abrazo
que
me deja sin aire. 

Y lo bonito que es
encontrar gente como tú...

No te imaginas

No te imaginas las ganas
que tengo
de un abrazo tuyo,
del silencio que provocas
y de los infinitos besos
que solo tú sabes dar.

No te imaginas las ganas
que tengo
de ti,
de perderme en tu piel
siguiendo los caminos
que unen tus lunares,
de encontrarme
de nuevo
entre tus piernas.

No te imaginas las ganas,
no te imaginas...

Justo antes de dormir

Me abandono al pensamiento improvisado,
a los versos sin sentido,
al dejar de pensar para sentir
sin més,
a tus brazos
para quitarnos la ropa.

Me dejo llevar por las sendas
que se dibujan en tu piel
y me conducen
a tus placeres infinitos.

Me encanta
descansar sobre tu pecho,
escuchar cada latido
al compás de ese vaivén
casi imperceptible.

Me encanta
mirarte a los ojos,
justo antes de dormir,
porque sé que, a pesar de las
máscaras
que puedas llevar
para ocultarte de esta realidad
triste,
son tus ojos los que veo.

Unos ojos que me lo dicen
todo
incluso cuando tú
no quieres decir nada.

La playa por la noche

Me gusta la playa por la noche, 
porque se pueden ver las estrellas
y el sonido de las olas
no es suficiente para callar tu voz.

Me gusta
por el brillo en tus ojos
que deja esa luna intermitente.

También me gusta
por la infinidad de constelaciones
a las que le inventamos el
nombre.

Tus labios
dan besos distintos
cuando los dan en la playa
por la noche.

Más allá

Todo empezaba en ese instante
en el que me mirabas
como si quisieras hacerme desaparecer
en la profundidad
de tus ojos oscuros.

¿Me creerias si te digo
que volví infinitas veces
para verte como te vi
aquella noche?

Siempre el mismo comienzo.

Fueron tantas
las historias que
vivimos...

Ojalá
recordases las noches
perdidas
sobre sábanas blancas,
las canciones que inventábamos
sin pronunciar palabra,
los besos
que empezaban en tus labios
y seguian rumbo a cualquier parte.

Ojalá
recordases los abrazos,
las sonrisas, cómplices,
y aquellas caricias que te erizaban
la piel.

Sé que no recuerdas
los eternos paseos
cogidos de la mano,
ni el tacto de mis manos
sobre tus mejillas sonrojadas.

Olvida cada noche
de es bucle
sin fin
en el que te vivo una y otra vez.

Yo te escribo, cada encuentro,
con la esperanza
de que tú me condenes
a un sin fin de noches bonitas
más allá del mundo
de detrás del espejo.

Rompe el silencio amor

Tomaste la taza de café
interponiéndola entre nosotros.

Te miraba fiiamente
a través de su vapor
y del silencio de su aroma.

Te miraba
en un recuerdo lejano,
en imágenes desgarradas
por el tiempo.

Añoro las conversaciones
ahogadas en vasos de café,
el silencio de tus besos
y el calor de tu manos.

Te busco en el fondo de esta taza
que ya solo contiene
una espuma que se consume,
como mis recuerdos,
como tu risa,
como tu voz...

Hoy,
més que nunca,
rompe el silencio,
amor.