Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Sumida en un profundo sueño

La luna angustiada al no poder iluminar sus ensueños,  el viento se encontraba triste por no sentir su aliento al susurrar palabras de amor, "¿Qué le ocurre?", se preguntan todos.
Pero el Elfo por ser mágico si sabía lo que ocurría y anheloso pasaba las noches enteras en rondas infatigables que sólo interrumpía el canto del amanecer,  siempre con la esperanza de verla regresar… y es que la Princesa tenía varios días que no danzaba por un lugar, que en un principio le atemorizaba,  pero que con el tiempo y debido a sus continuas visitas, se había convertido en su lugar favorito... el Bosque de la Melancolía, que ya también la extrañaba.


La princesa siempre ha sufrido de insomnio en los últimos meses esa condición se había agravado, al punto de no poder conciliar el sueño  durante tres días seguidos, Se estaba adentrando en el lugar donde nacen las pesadillas; un lugar brumoso y traicionero. Peligrosamente mortal… cosa que alerto al principado. A la Princesa algo le pasa. Qué pena ensombrece su alma?


La apariencia exánime y luctuosa de la Princesa lo decía todo... y no tardaron mucho tiempo en llegar las malas noticias a oídos de la Reina, que acudió a los aposentos de su hija con presteza. Al mirarla detenidamente la confusión se transformó en pena…


Buscaron a los  hechiceros más sabios, probaron con  todos sus remedios, pócimas, ungüentos  y hasta el mago más poderoso lanzó encantamientos  para liberarla, pero la hermosa princesa permanecía hundida en un misterioso halo de tristeza y sin dormir. Para desesperación de la Reina, que observaba anhelante  algún resultado por parte del mago, que nunca se producía.


Algo estaba pasando por alto, pero no conseguía llegar hasta ello. Algo extraño...  por lo que decidieron darle remedios para mantenerla sedada, hasta que durmiera.


Ahora permanecía encerrada en el castillo,  con un guardia al lado de la entrada de su alcoba…una obligación impuesta por la Reina y todos los que conformaban  la corte, quienes estaban muy angustiados por su salud.


Por fin lo lograron… El alma de la Princesa parecía encontrarse sumida en un profundo sueño…

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