Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Final

El final se vislumbraba, 
Antes de haber comenzado;
Mis manos en tu espalda, 
Tus manos en mi costado.

Y nos veíamos solos, 
Como de sombras rodeados,
Como intuyendo que nos marchábamos,
Que nos moríamos, 
Que no quedaban ni despojos.

Y cada veinte de febrero, 
El mundo parecía recordárnoslo,
Que cada veinte de febrero no estábamos ahí,
Que no habíamos sobrevivido para contarlo.

Así te ibas, 
como huyendo de mis manos
Y así me iba yo, 
como huyendo de mi pasado.

Y así nos íbamos los dos, 
Como huyendo de un destino,
De un amor, de un milagro.

El final se vislumbraba,
Antes de haber comenzado;
Mis sueños en tu mirada,
El corazón en la mano.

Y me marchaba,
Y te marchabas...

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