Yo no te olvido, habitas en un lugar donde nadie puede tocarte, donde nadie sabe que existes, donde nadie puede herirte, ni yo con mi olvido, ni tú con tu ausencia.
Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.
A una mujer de verdad
A una mujer de verdad no le vengas con engaños; de besarla sin quererla, de usarla sin amarla. A una mujer de verdad trátala como si fuera la verdad misma, como si fuera el tiempo, como si se acabara la vida en cada beso.
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