Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

A una mujer de verdad

A una mujer de verdad no le vengas con engaños; de besarla sin quererla, de usarla sin amarla. A una mujer de verdad trátala como si fuera la verdad misma, como si fuera el tiempo, como si se acabara la vida en cada beso.

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