Yo no te olvido, habitas en un lugar donde nadie puede tocarte, donde nadie sabe que existes, donde nadie puede herirte, ni yo con mi olvido, ni tú con tu ausencia.
Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.
No acabaran mis flores
No acabarán mis flores, No cesarán mis cantos. Yo cantor los elevo, Se reparten, se esparcen. Aun cuando las flores Se marchitan y amarillecen, Serán llevadas allá, Al interior de la casa Del ave de plumas de oro.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario