Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Lo más natural

Me dejaste -como ibas de pasada- 
lo más inmaterial que es tu mirada. 

Yo te dejé -como iba tan de prisa- 
lo más inmaterial, que es mi sonrisa. 

Pero entre tu mirada y mi risueño 
rostro quedó flotando el mismo sueño.

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