Jamás hubo un accidente tan bonito como cuando se cruzaron tu mirada y la mía.

Devaneos amorosos

Fue entonces que vino para ver mis manuscritos, pues ya había visto algunas de mis publicaciones en este blog.

Obviamente no mostré lo más íntimo de mis escritos y que celosamente guardo en un lugar secreto de mi escritorio. Ya una vez entregué las llaves de mi alma con no muy buenos resultados, así que de ahora en adelante seré más prudente.

Mis escritos íntimos guardan mis sentimientos más profundos, casi clandestinos, aunque bellos en su mayoría y uno que otro doloroso, todos son siempre escritos con optimismo, guardo las cosas que sólo pueden decirse a la mujer amada, solo a ella le pertenecen... cuando aparezca... si aparece.

La vi leer ávidamente, realmente interesada, algunas veces sonreía, otras circunspecta parecía reflexionar, hubo uno que le arrancó un suspiro y me miró con ternura, saltaba de un escrito a otro, leía rápidamente, supongo que por habilidad profesional adquirida con el tiempo. Finalmente me dijo:

-Publiquemos, hay muy buen material.

Mi respuesta fue un largo silencio, no me siento listo para salir públicamente, nunca lo había considerado, aun cuando a la editora parece gustarle la idea de mi libro. Escribo ahora para mi, solo para mi, para nadie más, siento que ya no lo haré nunca más para alguien.

Insistió pero creo que comprendió mis pensamientos, agregando que podría usar un seudónimo, me explicó que muchos lo hacen.

Siempre doy la cara, le comenté, nunca me escondo y que no es lo mío esconderme, si el libro de historias (cuentos digo yo) se publica, será con mi nombre.

Me preguntó que título escogería y más entusiasmada se mostró al oírlo. Me dio su tarjeta, la acompañé a la puerta y me pidió que me mantuviera cercano a ella, que siguiéramos en contacto. Asentí pues parece que hay empatía, eso me da tranquilidad y confianza. Antes de irse, la editora me miró fijamente y me dijo:

-Se que lo dijiste al aire, por salir del paso, pero creo que es un título que puede funcionar y se alejó repitiendo en voz baja el posible título... "Devaneos amorosos".

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